martes, 29 de diciembre de 2015

Portugal: Si perdemos tanto, alguien ganó en Banif



 
Francisco Louça
De hecho, la trama viene de lejos y sólo por razones políticas se ocultó la cuestión de Banif bajo un acuerdo o una concesión del Gobernador del Banco de Portugal a las necesidades electorales de Passos Coelho.
Desde este fin de semana somos al menos 2.000 millones de euros más pobres, a pesar de la declaración seráfica del Banco de Portugal intentando presentar todo como normal. El primer ministro asumió las perdidas. Y el Banco Santander se enriqueció, así como eventualmente los beneficiarios de algunos juegos de la banca en los últimos días o semanas con Banif.
También se puede añadir que, en realidad, el problema viene de lejos y sólo por razones políticas se ocultó la cuestión de Banif bajo un acuerdo o una concesión del Gobernador del Banco de Portugal a las necesidades electorales de Passos Coelho.
Los errores se apilaron a lo largo del año, a pesar de las señales de advertencia claras: un intento extravagante de recibir como accionista a la familia gobernante de Guinea Ecuatorial, el impago de la deuda con el Estado desde enero y, finalmente, la evidencia de la vulnerabilidad de Banif en los últimos meses, con ocho planes de reestructuración del banco rechazados por los organismos europeos.
No hubo ninguna respuesta de las autoridades portuguesas. La dirección de Banif debería haber sido despedida y el estado debería haberse hecho responsable de la gestión del banco (con el 60% de las acciones, la cosa habría sido trivial), pero prefirió la inacción y la podredumbre. Tomé y Luis Amado continuaron tranquilamente explicando al país lo que esperaban que hiciéramos por ellos.
La semana pasada, las cosas empeoraron. Alguien lanzó el rumor de la liquidación del banco y así provocó la fuga de depósitos. Si no fue un comprador intentando hacer irreversible la presión sobre los representantes del Estado, alguien lo imitó muy bien. Mientras tanto, la crisis exigió cientos de millones de préstamos de liquidez de euros y el plazo para una solución se terminó. Añadamos por último, que, por razones enigmáticas, la CMVM sólo suspendió el fin de semana la cotización de las acciones en la bolsa de valores.
A los errores de año, la catástrofe de una semana.
Vieira Pereira, columnista conservador y sin duda cercano a los puntos de vista de aquellos que han gobernado Portugal, lo escribió con toda propiedad y cierto pesar: el banco es un problema sistémico. O nos deshacemos de él o seguimos pagando.
Pero incluso esperando medidas de fondo para abordar este problema sistémico de todo el sistema bancario, hay cuestiones inmediatas que esperan respuestas.
En primer lugar, el Gobernador del Banco de Portugal, después del BES y Banif, ¿no saca ninguna conclusión sobre el deterioro de la confianza en la banca, sobre su liderazgo y, en estos dos casos, sobre su responsabilidad directa?
En segundo lugar, ¿el gobierno entiende que es necesaria una nueva forma de supervisión y una nueva institución capaz de rescatar a los bancos en riesgo?, ¿qué pasos dará en este sentido?
En tercer lugar, ¿queremos someter a Portugal a un régimen de rescate que, según la Unión Bancaria, implica forzosamente una desconfianza permanente de los depositantes?
Francisco Louça
catedrático de economía de la Universidad de Lisboa, ex parlamentario y miembro del Bloco de Esquerda.
Fuente: Sinpermiso

viernes, 4 de diciembre de 2015

La porra del CIS

 

Los españoles confían más en las porras que en las encuestas. Porque una encuesta es presupuesto, que como se sabe nunca se cumple, y una porra es un deseo. La porra es la encuesta off the record de España. Sin embargo, de la encuesta publicada hoy por el CIS o Centro de Investigaciones Sociológicas, y que es la más amplia y acreditada, se puede decir, con tristeza y con dolor, que es congruente con lo que, en mi opinión, desea la sociedad española en este tiempo: No quiere que siga gobernando el PP con su actual mayoría y lo castiga pero no lo retira de la competición pese a sus desmanes de corrupción y libertades cercenadas. Le reconoce sus méritos económicos y se fía más de ellos que los de sus opositores. El pueblo español no quiere aventuras que juzga peligrosas. Sin embargo le nombra un tutor, que le pondrá condiciones aun desde la misma trinchera. Según el CIS, en los próximos cuatro años en España mandará Ciudadanos. Que no caerá en la trampa de entrar en el Gobierno con el consiguiente desgaste. Se reservan para la próxima. El PSOE, el pobre PSOE, no solo no sube sino que cae hasta índices que apuntillarán a su líder Sánchez. Ha nadado entre tantas aguas que se lo llevará la corriente, probablemente andaluza. Le han faltado embrujo y garra, por mucha simpatía que quiera irradiar. Podemos y Asociados, o Asociados y Podemos, no entran en el meollo del poder por los tumbos que ha dado y por el miedo que ha infundido y no ha conseguido disipar. Podemos se ha quedado en un “sí, pero no”. Los españoles, parece, no están por extremismos ni por centrismos no validados y sin pedigrí. Prueba de ello sería el paupérrimo resultado de Izquierda Unida, fundida en Unidad Popular. Los nacionalismos, a causa de sus cuitas, quedan reducidos a comparsas innecesarias.

Tampoco parece probable que PSOE, Podemos y Ciudadanos acuerden tras las elecciones unirse para desbancar del Gobierno al PP a costa de hacer Presidente al líder de Ciudadanos.

Total que la encuesta del CIS coincide con la porra más previsible. Si esto es lo que quiere la mayoría de españoles, habrá que aceptarlo, además de lamentarlo. Desde el día 21 España se habrá hecho una pequeña cirugía estética, pero su esencia y comportamientos serán los mismos. Los pobres seguirán siendo pobres, y los ricos, ricos. Ni el PP ni Ciudadanos aliviarán la desigualdad, y las clases medias estarán satisfechas. Seguiremos haciendo porras y encuestas, y la mediocridad intelectual y social será nuestro algoritmo vital. Cuatro años más para solucionar la decepción. Salvo que todavía pensáramos que aún es tiempo para la porra de la sorpresa. Si todos los políticos dicen siempre que la mejor encuesta es la de las urnas, ¿por qué no decir nosotros los ciudadanos que la mejor porra es la que racionalmente quiebre las encuestas?

¡Qué dura de pelar es esta encuesta del CIS! ¿Y si no fuera más que una porra que han hecho unos funcionarios? Hagan ustedes la suya, que seguro será la buena.

Arturo González

Fuente: Público.es

miércoles, 2 de diciembre de 2015

Le llaman el desaparecido

 

Resultado de imagen de rajoy

 

Ando resintonizando una y otra vez mi televisión y, ¡oh, cáspitas!, si no le doy al mando hasta pasar al blanco y negroMariano Rajoy no me sale. Es lo que tiene la moderna tecnología, tan poco compatible con la vieja democracia que si te pasas una caspa te hacen unSnowden por querer ver, decir o escuchar la verdad. Hay mucho debate estos días en los medios analizando si Rajoy hace bien o hace mal eludiendo los cara a cara, los hostia a hostia, los tête à tête que le proponen en streaming o en plató, y yo estoy de acuerdo con Rajoy al concluir que la mejor estrategia del presidente para no perder votos es hacer creer al votante que Rajoy no existe. Se decía muy bien en Sospechosos habituales: “La mejor treta que pudo idearse el Diablo fue la de hacerle creer al mundo que no existía”.

La rancia derecha española siempre ha actuado así. El franquismo dejó de existir un 20 de noviembre de 1975, y desde entonces todos somos demócratas sin pasado, con incierto presente y con feliz futuro. Incluso Manuel Fraga fue recordado en el día de su muerte como padre de una constitución que intentó (y consiguió, en parte) dinamitar. Permitimos esconder casi tantos cadáveres en las cunetas como Camboya, después borramos las vergonzosas biografías de nuestros futuros gobernantes y hoy, cual Juan Tamariz, también hacemos desaparecer a nuestros candidatos.

Mariano Rajoy no acepta un cara a cara porque no sabe de qué jactarse, y aun así las encuestas le dan unánime ventaja sobre los otros candidatos. España es un país de derechas, por mucho que diga después la suma de votos. Todavía sobrevive la percepción de que solo los de siempre pueden mantenernos tan mal como siempre, y con eso nos conformamos. Somos el país que menos invierte en i+D+I político. Aquí no se renueva nada, salvo el hecho de que ahora vemos el No-Do en 3-D, pero la calidad y objetividad del contenido es la misma.

No nos sucede solo a nosotros. En Francia, un denostado François Hollande(socialista, sic) acaba de recabar inmensos grados de popularidad por defender que un episodio terrorista se combate con una guerra. Como Europa no conoce su historia, nos gusta lo antiguo, lo bestialmente tradicional, la épica beligerante y la prosopopeya cuartelera. En cuanto se mete en una guerra, cualquier político mediocre y faldero se convierte en gran estadista.

La democracia es un misterio. Siempre se ha dicho que el ser humano, cuando actúa en mogollón, suele cometer barbaridades: pasa con las pandillas a la salida de una discoteca y con los pueblos cuando se les señala a un judío o a un moro. La masa es siempre menos racional que un solo hombre, y ahí está la gran contradicción en la que se basa Mariano para saber que la democracia, el mogollón, puede ser buen pasto para los antidemócratas. Dejad que el pueblo hable para que diga lo que nosotros no nos atrevemos a decir. Por eso Mariano prefiere estar callado: sabe que el silencio es uno de los estruendos que provoca más miedo.

Pasado el tiempo, convertido el 15-M en una placa conmemorativa en la Puerta del Sol, Rajoy considera que el silencio, la desaparición, la evanescencia puede ser su mejor arma. Y no anda descaminado. Aunque no ha leído a Kafka, sabe que “toda revolución se evapora y deja atrás sólo el limo de una nueva burocracia”. Y permite que los demás hablen y debatan. Que Pablo Iglesias se ablande centrista hacia esa nueva burocracia. Que Albert Rivera le adelante por el carril neofalangista. Que Pedro Sánchez le ponga cara nueva a la viejaentente bipartidera de las puertas y las cuentas giratorias. Mientras, él juega a que no existe, como el diablo. Desaparece. Y, lo que es más terrible, gana. La mejor treta que pudo idearse Rajoy fue la de hacerle creer a España que no existía. Manda carallo.

Aníbal Malvar

Aníbal Malvar es periodista y escritor. Su última novela es "La balada de los miserables" (Akal, 2012)

Fuente: Público.es

lunes, 14 de septiembre de 2015

EUROPA

EUROPA, UNA VISIÓN IRÓNICA

–Pero de dónde dice que es usted.

–Soy sirio, pero poco.

–Pero de dónde?

–De Siria.

–Pero de Siria centro o alrededores?

–Mire usted. Al ser refugiados, es que ni sabemos.

–Sepa usted que en este continente está terminantemente prohibido no ser de ningún sitio.

–Espere usted un momento, que se me acaba de morir un niño y tengo que enterrarlo.

–Dese usted prisa, que hay más gente. ¿Ya está?

–Ya. Enterradito ha quedado.

–Lo he visto así de lejos, y parecía muy mono.

–Yo creo, por las manitas, que iba para herrero, pero, con diez días, señor guardia, uno nunca sabe. A lo peor me salía maricón.

–Eso pasa mucho, en estos tiempos. Hay que cuidar con celo el sexo de los hijos.

–Señor guardia. ¿Y entonces podemos pasar?

–No se me acumule. La democracia tiene ciertas normas. Es que nos están cargando ustedes de demasiado papeleo. Todo esto ya es una pesadez.

–Si quiere entierro a otro de los niños, y así es menos molestia.

–No sea usted animal. ¿No ve que los niños aun respiran? Déjelos ahí y rellene el papeleo.

–Aquí tiene usted los papeles.

–Están bien.. Adelante, entren a Europa.

–Manolo, que se me ha muerto otro niño.

–Hay que joderse, María. ¿No podías haber disimulado?

–Ahora tendremos que volver a redactar todos los documentos…

–Señor agente, si aun parece que vive. ¿No podemos pasarlo?

–Eso les va a valer 300 euros. Pero que al niño muerto se le vea espabilado, no nos vayan a ver los periodistas.

–¿Así le vale?

–Es que parece en la flor de la vida. Ande, pasen.

–¿Ya está?

–Sí.

–Una última pregunta…

–Por supuesto, ciudadano.

–¿Por qué un ser humano no puede atravesar una frontera? Una frontera se cruza caminando, como sin darse cuenta. Como la linde de un campo. ¿Es que un ser humano no puede caminar?

–Depende de adonde usted vaya.

–¿Y si yo solo voy adonde voy?

–Preguntas tan estúpidas tendrá que plantearlas usted ante instancias superiores. Si no, lo mato.

–¿Por la democracia?

–A ver si no por qué le iba a matar yo a usted. Por la paz mundial y por la democracia. Pum.

AUTOR: Aníbal Malvar

FUENTE: PUBLICO-ES

martes, 8 de septiembre de 2015

UNA POLÍTICA DIGNA PARA LOS REFUGIADOS




                  DENUNCIA UNA VEZ MÁS LA SITUACIÓN DE LOS REFUGIADOS

Hay en el mundo un país que aún no conocemos.  El país de los refugiados lo habitan hoy más de 51 millones de personas. Tiene más habitantes que nuestro país. Y su población crece cada día. Cada cuatro segundos, una persona se convierte en refugiada.La guerra que no cesa, las  violaciones de derechos humanos y catástrofes naturales les obligan a huir de sus hogares.El desplazamiento del Sur al Norte en las actuales circunstancias es inevitable,No valen las alambradas, ni los muros, ni lasdeportaciones. Vendrán millones. La UE será conquistada por los hambrientos.

La Europa democrática es la que sostiene policías, militares, paramilitares y parapoliciales que golpean, torturan, encarcelan, para expulsar a los inmigrantes de estos países. Quieren conservar sus privilegios, desterrando, a miles de migrantes que huyen de las hambrunas y de las guerras que provocanprecisamente los gobiernos europeos.

Los factores de desplazamiento están aumentando o sumando nuevas razones. La clásica migración económica persiste, porque a pesar de la crisis europea existe un abismo comparativo entre los países todavía aventajados –aunque estén estancados- y los empobrecidos. Pero a esta causa anterior se le suman las consecuencias de la migración ocasionada por los brutales conflictos militares y de violencia étnica y política que se están produciendo en derredor al mundo occidental. Mayormente, provocados por nuestros gobiernos. 

El estallido de grandes intervenciones militares occidentales en Oriente medio y próximo, y la respuesta de las propias oligarquías para el control político y religioso de la población, que han engendrado nuevos monstruos  reaccionarios  como  el  Estado  Islámico, o conflictos políticos que en su día auparon primaveras de cambio –y que han sido mayormente reprimidas- como pudimos ver en el Norte de África, están desplazando, en una huida desesperada, a cientos y cientos de miles de personas que tratan de esquivar la muerte. 

No obstante, en el futuro van a producirse nuevas causas que debemos prever, la migración ecológica. El desastre del modelo productivo global, basado en un crecimiento que desbordó desde los años 80 el límite de carga del planeta, y también en las energías fósiles y sus consecuencias en el calentamiento global, va a ocasionar en los próximos años y décadas nuevas carestías y conflictos de gran profundidad y crisis civilizatoria. Se trata de un inquietante cataclismo humano.
La pobreza causada por la explotación del Sur por el Norte se verá agudizada porque cada vez más los territorios tendrán menos agua dulce, menos fertilidad y más caos climático y contaminación. Quizá el mapa global se modifique, porque los espacios habitables se reducirán y podrán cambiar de referencia geográfica, y la pugna por ellos abrirán nuevos desplazamientos humanos y grandes tensiones, en los que la violencia, la enfermedad y la muerte engendrarán éxodos, choques y encontronazos cada vez más frecuentes.

Para que no siga adelante la crueldad de la Europa democrática en el recibimiento de las personas refugiadas, ha de apostar por unas políticas migratorias que garanticen que ninguna persona se desplace de su comunidad de origen por razones forzadas, sean económicas, políticas, culturales, religiosas, militares o ecológicas. Para ello debemos tomar consciencia que lo primero que habría que realizar es una política que permita desarrollarse en libertad a los pueblos del Sur –en todos los sures del planeta-, quitarles primero el pie del cuello, dejarles de explotar y arrebatarles sus recursos. 
En segundo lugar, modificar el sistema de relaciones de producción, que acabe con un modelo productivo ecológica y socialmente insostenible. Todo esto no se puede hacer de golpe y porrazo, se hará a pasos, pasos más cortos o más largos, pero que tendrán que tener claro el horizonte hacia el que se mueve. Porque la humanidad también se mueve, y ha de hacerlo hacia el futuro, y no hacia atrás ni necesariamente al lad







lunes, 7 de septiembre de 2015

La falsa «crisis de los refugiados»

 

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por Thierry Meyssan

Mientras la prensa europea pulsa la cuerda emotiva mostrando fotos de un niño ahogado y publicando reportajes sobre las multitudes que cruzan a pie los países de los Balcanes, Thierry Meyssan muestra que se trata de imágenes fabricadas. Son imágenes que favorecen los intereses del patrón de patrones alemán, Ulrich Grillo, y de la OTAN, pero que no reflejan el fenómeno en su conjunto y empujan a los ciudadanos europeos hacia respuestas que no resuelven el verdadero drama.

RED VOLTAIRE | DAMASCO (SIRIA) | 7 DE SEPTIEMBRE DE 2015

فرسى

 
La prensa atlantista ha dado la mayor difusión a la parte izquierda de esta fotografía. En ella aparece el cuerpo de Aylan Kurdi, un niño sirio de origen kurdo, supuestamente fue depositado en la playa por las olas. Pero, como puede verse en la foto, el cuerpo está en posición perpendicular a las olas, cuando debería estar paralelo a ellas. En el plano derecho de la imagen, la presencia de un fotógrafo turco de uniforme confirma la idea de un montaje de la escena. Al fondo, se distinguen varios bañistas.

Una ola de emoción cayó brutalmente esta semana sobre los pueblos que viven en los países de la OTAN. Y bruscamente tomaron conciencia del drama de los refugiados en el Mediterráneo, tragedia que dura desde hace años, ante la permanente indiferencia de la opinión pública europea.

El cambio se debe a la publicación de una fotografía que muestra al público el cuerpo de un niño ahogado, depositado por las olas en una playa turca. Poco importa que esa imagen sea una grosera escenificación: los cuerpos devueltos por el mar quedan en posición paralela a las olas, nunca perpendicularmente a ellas. Poco importa también que en menos de 2 días casi todos los diarios de los países de la OTAN hayan publicado instantáneamente la misma imagen en primera plana. Ya se sabe lo libre y pluralista que es la prensa occidental.

Trabajando en el mismo sentido, las televisiones multiplicaron en estos días los reportajes sobre el éxodo de miles de sirios, a pie, a través de los países balcánicos. Particular atención prestaron al paso de esas personas a través de Hungría, país que comenzó construyendo una inútil valla de alambre de espino antes de tomar, una tras otra, toda una serie de decisiones contradictorias que dieron a las televisiones la posibilidad de filmar repetidamente la multitud de migrantes caminando a lo largo de las vías férreas y tomando los trenes por asalto.

«En reacción» ante la conmoción que habían suscitado en sus conciudadanos, los dirigentes europeos, «sorprendidos» y contritos, ahora discuten acaloradamente sobre la manera de socorrer a estos refugiados. Antonio Guterres, ex presidente de la Internacional Socialista y actual Comisario de Naciones Unidas para los Refugiados, intervino en el debate entre estos dirigentes preconizando «la participación obligatoria de todos los Estados miembros de la Unión Europea». Y agrega que: «Según estimados preliminares, los países europeos tienen una necesidad potencial de aumentar las oportunidades de reinstalación en 200 000 plazas.»

¿Cuál es realmente el problema? ¿Quién está explotándolo y con qué objetivo?

Los refugiados del Mediterráneo

Desde el inicio de la «primavera árabe», en 2011, el número de personas que trata de cruzar el Mediterráneo y de entrar en la Unión Europea ha aumentado considerablemente, sobrepasando incluso el doble de cifras anteriores, y se elevó en 2014 a 626 000 personas.

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Flujo de migrantes hacia la Unión Europea (en cientos de miles)
Fuente: Eurostat

Sin embargo, contrariamente a la idea generalizada, no se trata de una oleada de migrantes nunca vista e imposible de asimilar. En 1992, aunque la Unión Europea se componía entonces de sólo 15 de los 28 Estados que actualmente la integran, estaba recibiendo proporcionalmente más migrantes que en este momento: 672 000 por 380 millones de habitantes. Existe, por lo tanto, un considerable margen antes de que los migrantes lleguen a desestabilizar la economía de la Unión Europea, que hoy cuenta 508 millones de habitantes.

Más de 2 tercios de esos migrantes son hombres de entre 18 y 34 años, según sus propias declaraciones. Así que, por lo general, no se trata de familias.

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Proporción de hombres entre los migrantes que entraron a la Unión Europea en 2014.
Fuente: Eurostat

Contrariamente a la idea que están divulgando los medios de prensa, menos de un tercio son refugiados provenientes de zonas de guerra. Sólo un 20% son sirios, un 7% son afganos y un 3% son iraquíes.

O sea, los otros 2 tercios no provienen de países en guerra y son principalmente migrantes por razones económicas.

En otras palabras, el fenómeno de las migraciones está sólo marginalmente vinculado a la «primavera árabe» y las guerras. Los pobres están abandonando sus países para probar suerte en los países ricos, en total correspondencia con el orden postcolonial y con la lógica de la globalización. Este fenómeno, después de haber disminuido desde 1992 y hasta 2006, se ha reactivado y ahora va en aumento. Pero lo cierto es que actualmente equivale a un 0,12% anual de la población europea, o sea –manejado correctamente– no representa a corto plazo ningún peligro para la Unión Europea.

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El presidente de la Federación de la Industria Alemana, Ulrich Grillo, quiere disponer de 800 000 trabajadores extranjeros suplementarios en Alemania. Como los acuerdos europeos prohíben esa entrada masiva de mano de obra extranjera, que encuentra además la hostilidad de la opinión pública, Grillo contribuye a poner en escena la «crisis de los refugiados» para obtener una modificación de la reglamentación existente.
¿Son los migrantes un problema?

Este flujo de migrantes despierta inquietud en los pueblos europeos. Pero los grandes empresarios alemanes lo acogen con regocijo. En diciembre de 2014, el «patrón de patrones» alemán, Ulrich Grillo, escondía hipócritamente sus intereses tras una fachada de buena voluntad al declarar a la agencia DPA: «Somos desde hace mucho un país de inmigración y debemos seguir siéndolo». Y agregaba que «como país próspero y también por amor cristiano al prójimo, nuestro país debería permitirse a sí mismo acoger más refugiados». También afirmaba: «Yo me distancio muy claramente de los neonazis y de los racistas que se reúnen en Dresde y en otros lugares». Y, con un poco más de seriedad, «Debido a nuestra evolución demográfica, garantizamos el crecimiento y la prosperidad con la inmigración» [1].

Este discurso retoma exactamente los mismos argumentos que presentaban los empresarios franceses en los años 1970. Otro elemento a tener en cuenta es que hoy en día la población europea dispone de cierto nivel de educación y de calificación, algo de lo que carece la gran mayoría de los migrantes, que estarán por consiguiente más dispuestos a aceptar ciertos tipos de empleos que los europeos rechazan. Progresivamente, la llegada de mano de obra no calificada y dispuesta a aceptar condiciones de vida inferiores a las de los europeos suscitó en el pasado tensiones en el mercado laboral. El empresariado francés favoreció entonces la llamada «reunificación familiar». La ley de 1976, la interpretación que de ella hizo el Consejo de Estado en 1977 y la jurisprudencia de la Corte Europea de Derechos Humanos desestabilizaron ampliamente la sociedad. El mismo fenómeno puede observarse en Alemania desde que se adoptaron disposiciones similares a aquellas con la inclusión, en 2007, de la reunificación familiar en la legislación alemana sobre la inmigración.

Contrariamente a otra idea generalizada, los migrantes económicos no plantean un problema de identidad para Europa, pero su ausencia sí constituye un problema para sus países de origen. Y también plantean un problema social en Alemania, donde –debido a la política estimulada por Ulrich Grillo– la clase obrera ya está siendo víctima de una feroz explotación.

En todos los demás países donde se han aplicado ese tipo de políticas, no son los migrantes económicos los que han representado un problema sino la posterior reunificación familiar.

¿Quién fabrica la imagen actual de «crisis de los refugiados»?

Desde el inicio del año 2015, el cruce ilegal de la frontera de Turquía hacia a Hungría, que costaba 10 000 dólares, bajó a 2 000 dólares por persona. Hay ciertamente traficantes de personas que son verdaderos esclavistas, pero también hay gente que ayuda a los migrantes en el cruce de las fronteras simplemente porque quieren ayudar a personas en dificultad. En todo caso, cabe preguntarse ¿quién paga la diferencia?

Por otro lado, al principio de la guerra contra Siria, Qatar imprimía pasaportes sirios falsos y los entregaba a los yihadistas de al-Qaeda para que pudieran convencer a los periodistas de la prensa atlantista de que eran «rebeldes sirios» y no mercenarios extranjeros. Pero actualmente, algunos traficantes de personas están entregando pasaportes sirios falsos a migrantes de otras nacionalidades. Y los migrantes los aceptan pensando, acertadamente, que esos pasaportes falsos han de facilitarles la entrada en la Unión Europea. En efecto, como los Estados miembros de la Unión Europea han cerrado sus embajadas en Siria –con excepción de la República Checa y Rumania– ahora no tienen cómo verificar la autenticidad de esos pasaportes.

Hace 6 meses, yo expresaba mi sorpresa ante la ceguera de los dirigentes de la Unión Europea, señalando que no percibían la voluntad de Estados Unidos de debilitar a sus países, incluso mediante la «crisis de los refugiados» [2]. El mes pasado, la publicación Info Direkt señalaba que, según los servicios de inteligencia de Austria, el éxodo de refugiados sirios hacia Europa estaba siendo orquestado por Estados Unidos [3]. Es una imputación que está por verificar, pero también constituye una hipótesis sólida.

En todo caso, todos estos acontecimientos y manipulaciones carecerían de gravedad si los Estados miembros de la Unión Europea pusieran fin a la reunificación familiar. El único verdadero problema no sería entonces la entrada de los migrantes sino la tragedia de los que mueren en el intento, tratando de cruzar el Mediterráneo, precisamente la única realidad que no moviliza a ningún dirigente europeo.

¿Qué trama la OTAN?

La OTAN, o sea el brazo armado internacional de Estados Unidos, no ha reaccionado. Pero, según sus nuevas misiones, la alianza atlántica se reserva la posibilidad de intervenir militarmente ante los grandes flujos migratorios.

Sabiendo que sólo la OTAN dispone de la capacidad de “clavar” una información tendenciosa o simplemente falsa en la primera plana de todos los diarios de sus países miembros, es altamente probable que ese bloque militar esté organizando la actual campaña. Además, el hecho que esa campaña esté presentando a todos los migrantes como refugiados que huyen de las zonas de guerra y la insistencia sobre el origen supuestamente sirio de todos estos migrantes hacen pensar que la OTAN está preparando una acción pública relacionada con la guerra que secretamente dirige contra Siria.

 

Thierry Meyssan

 

[1] «Allemagne: le patronat veut plus de réfugiés» [En español, Alemania: los patrones quieren más refugiados], AFP, 23 de diciembre de 2014.

[2] «La miopía de la Unión Europea ante la estrategia militar de Estados Unidos », por Thierry Meyssan,Red Voltaire, 27 de abril de 2015.

[3] “Insider: Die USA bezahlen die Schlepper nach Europa!”,Info Direkt, 5 de agosto de 2015. «Acusan a Estados Unidos de financiar el éxodo de refugiados hacia Europa»,Red Voltaire, 13 août 2015.

Thierry Meyssan

Thierry MeyssanIntelectual francés, presidente-fundador de la Red Voltaire y de la conferencia Axis for Peace. Sus análisis sobre política exterior se publican en la prensa árabe, latinoamericana y rusa. Última obra publicada en español: La gran impostura II. Manipulación y desinformación en los medios de comunicación(Monte Ávila Editores, 2008).

lunes, 31 de agosto de 2015

NO A LA DESPOLITIZACIÓN

 

Cristina Cifuentes Presidenta de la CAM

¿Despolitizar Telemadrid? ¡No, gracias!
Roberto Mendès


El fatalismo de las leyes económicas enmascara en realidad una política, pero completamente paradoxal ya que se trata de una política de despolitización. Esta política aspira a otorgar un dominio fatal a las fuerzas económicas al liberarlas de todo control; tiene como meta obtener la sumisión de los gobiernos y de los ciudadanos a las fuerzas económicas y sociales "liberadas" de esta forma.
Pierre Bordieu,
Contra la política de despolitización: los objetivos del Movimiento Social Europeo.

Parece que cuando Friedrich Schiller compuso en 1785 el poema que posteriormente utilizaría Beethoven para finalizar su novena sinfonía lo tituló Oda “a la libertad” (An die Freiheit), pero la censura del naciente estado prusiano le obligó a cambiar el título por el de Oda “a la alegría” (An die Freude). Schiller, de todas maneras, se las apañó para dejar claro que la alegría a la que le dedica la oda es la alegría que produce la libertad...
Este es un ejemplo histórico de “despolitización”: Schiller es despolitizado y su oda ya no puede hacer referencia a la libertad en una época en que la libertad está mal vista (casi siempre lo ha estado). Y el cambio “despolitizador” es un cambio clásico: cambiar “libertad” por “alegría”.
No deja de ser chocante que la Unión Europea escogiera una obra “despolitizada” como himno de la Unión. Y es que la “despolitización” es consustancial a la Unión Europea. Pero, para que todo quedase aún más despolitizado, la UE declaró en 1972 que el himno no tiene letra, sólo música... la de Beethoven... así quedaba totalmente “despolitizado”, no fuera a ser que alguno se entusiasmara escuchando la alabanza que hace a la fraternidad el poema de Schiller, de ahí pasara a pensar en la igualdad y que, llegados a ese punto, alguien atisbara la idea de libertad (que es lo que se quiere evitar). No: era mejor dejarlo sin letra. Ni siquiera que mencionara la alegría. Era necesario “despolitizarlo” del todo (aunque la música de Beethoven sea una referencia permanente a la libertad).
En España, antes de entrar en la Europa comunitaria, también hemos “despolitizado” mucho: Pemán despolitizó la poesía (hasta que Celaya, un tecnócrata converso, un ingeniero ingenioso, la volvió a cargar de futuro), los Ozores despolitizaron el cine (hasta que Carlos Saura estrenó La caza) y Lola Flores despolitizó la canción (hasta que Raimon, Llach y Paco Ibáñez nos recordaron que cantar es un actividad política)... En todos los casos, se repite el esquema: cambiar la libertad por la alegría.
Pero “despolitizar” es algo que va mucho más allá de la imposición de la alegría como sucedáneo de la libertad. Así lo han visto muchos pensadores, como Pierre Bordieu, en el artículo de 2001 que mencionamos al comienzo. Unas ideas, las de Bordieu, que vienen muy a cuento de la propuesta del PP y Ciudadanos para “despolitizar” Telemadrid. Todo se conjura con esta palabra: “despolitizar”. Y sin embargo, como muy acertadamente vio Bordieu, esconde mucho más de lo que pueda parecer a simple vista.
Además, es muy llamativo que se proponga, ahora, precisamente ahora,despolitizar Telemadrid. ¿No hubiera sido más coherente plantearlo hace cuatro o cinco o quizá ocho años (la época dorada delHermanterscherismo )? Pero no: se propone ahora (en el comienzo delCifuentismo). En el momento en que unos socios neoliberales, como Ciudadanos, comparten poder con el partido político que se ha dedicado, no ya a politizar la radiotelevisión pública, sino avampirizarla. Quizá sea porque la “despolitización” (como indica Bordieu) implica el ascenso de un nuevo poder: el de las fuerzas económicas y su capataz: la tecnocracia (“Esta política aspira a otorgar un dominio fatal a las fuerzas económicas al liberarlas de todo control”). En esa dirección van los tiros que se van dando.
Se dice por parte de los socios de gobierno de la Comunidad de Madrid que es necesario que sean “profesionales” los que decidan quién será el Presidente del ente público y quienes decidan cuáles serán los consejeros que, a su vez, tendrán un intachable currículum “profesional”. Obsérvese que no se dice “ciudadano” o “ciudadana”, se dice “profesional”... Serán los “profesionales” los que decidan… no la ciudadanía. Parece que Bordieu iba por buen camino… Mejor que decidan los que saben (nos están diciendo los mismos tecnócratas que se apuntan a sí mismos como seres infalibles dotados del conocimiento absoluto y poseedores de la verdad verdadera) y, a fin de cuentas, insisten, ¿Cómo vamos a dejar la información en manos de la gente? ¿Qué serían capaces de decidir?
Todo este proceso de “despolitización” esconde, además, la intención de no entrar en lo que es necesario entrar y de lo que debemos hablar: no se trata de “despolitizar” sino de conseguir que Telemadrid sea un medio imparcial, algo que no ha sido desde su creación (muchos sospechan que ya nació aquejada deparcialidad congénita). Y es que un medio público no debe ser parcial, es decir, debe mantener algo que es un concepto acuñado hace mucho tiempo: debe mantener la imparcialidad debida. No se trata de que las personas que trabajan, opinan, escriben y participan en coloquios en un medio de comunicación sean “imparciales”, se trata de que el medio lo sea, equilibrando las diferentes opiniones (entre otras cosas). No se trata de sustituir dependenciagubernamentalpor dependencia tecnocrática y sumisión a unas supuestas leyes del mercado, sino de conseguir la imparcialidad debida.
Y ya que se habla continuamente de la BBC como ejemplo de imparcialidad, creo que un repaso a los valores editoriales que propone la BBC en su carta constitucional nos dará una referencia clara de lo que nos falta en la discusión actual sobre Telemadrid (y en general en las discusiones sobre los medios de comunicación de titularidad pública). La BBC habla de: Confianza, independencia, imparcialidad y honestidad, de veracidad y adecuación de los tratamientos informativos, así como de integridad editorial, de servir al interés público, de justicia (fairness) y de trato correcto a las personas, de respeto a la privacidad, de transparencia y de rendición de cuentas (accountability). Pero, no habla de “despolitizar” nada...
Es tremendo que se propongan “despolitizaciones” a las personas que, por definición, somos seres políticos (zoon politikón – diría Aristóteles), es decir, se exige que las personas nos despersonalicemos, que dejemos aparte lo que es esencial -ese ser político- y nos convirtamos en un no ser apolítico, al mismo tiempo que, para “compensarnos”, se nos propone un mundo feliz tecnocrático que hace palidecer al de Huxley, en el que los técnicos nos van a decir lo que debemos hacer y lo que no en un triunfo épico de lo técnico sobre lo político.
Es tremendo que la pretensión de “despolitizar” oculte la verdadera discusión que es la de los valores editoriales.
Decía Chesterton que, En el mundo moderno nos enfrentamos sobre todo con el extraordinario espectáculo de la gente que vuelve la mirada hacia nuevos ideales porque no han probado los antiguos”. Algo parecido pasa con Telemadrid: aún no hemos probado cómo es el sabor de una radiotelevisión pública plural, independiente y de calidad, cuando, los mismos que lo han impedido, ya quieren que sea una radiotelevisión pública despolitizada.
La respuesta a semejante propuesta es evidente: no nos despoliticemos; al contrario, politicémonos los unos a los otros y consigamos evitar esa “política de despolitización” que desenmascara Bordieu y que tan claramente quiere aplicar el PP para contentar a sus socios en la Comunidad de Madrid.
A los que quieran hacer uso de esto que acaba de quedar dicho les invitamos a hacerlo: es mejor politizarse que entregarse a la “despolitización política”, esa que pretende la hegemonía de lo económico y lo tecnocrático ante lo humano y lo ciudadano.
El 15M y Podemos son herramientas de politización ciudadana. No de “despolitización”. Su mayor aportación ha sido la politización de la ciudadanía. La gente en las plazas opinando, hablando, proponiendo, ocupándose de lo que les interesa y les afecta... eso debe ser Telemadrid: una plaza pública completamente politizada con todos los ciudadanos y ciudadanas utilizándola para opinar, hablar, y conocer otras opciones diferentes. Eso es lo que quieren evitar. Porque lo que nos plantean es lo contrario: que nos despoliticemos, que nos vayamos a casa, que abandonemos la plaza y que la dejemos en manos de los mercaderes que la ocuparán con su tenderetes en cuanto la abandonemos.
Y es que el problema de Telemadrid no es cómo despolitizarla: de eso ya se ha encargado el PP. El problema de Telemadrid es, precisamente, su despolitización, así que la respuesta a la propuesta de PP y Ciudadanos solo debe ser una:
¿Despolitizar Telemadrid?: ¡NO, gracias
Fuente: Rebelión
Mentiras y medios

miércoles, 5 de agosto de 2015

El diktado de Alemania

 

Ignacio Ramonet

Le Monde Diplomatique

Sólo en las películas de terror se ven escenas tan sádicas como las que vimos el 13 de julio pasado en Bruselas, cuando el primer ministro griego Alexis Tsipras –herido, derrotado, humillado– tuvo que acatar en público, cabizbajo, el diktado de la canciller de Alemania, Angela Merkel, renunciando así a su programa de liberación por el cual fue elegido, y el cual precisamente acababa de ser ratificado por su pueblo mediante referéndum.

Exhibido por los vencedores como un trofeo ante las cámaras del mundo, el pobre Tsipras tuvo que tragarse su orgullo y tragar también tantos sapos y culebras que el propio semanario alemán Der Spiegel, compadecido, calificó la lista de sacrificios impuestos al pueblo griego de “catálogo de horrores”...

Cuando la humillación del líder de un país alcanza niveles tan espeluznantes, la imagen se queda en la historia para aleccionar a las generaciones venideras, incitadas a no aceptar nunca más un trato semejante. Así han llegado hasta nosotros expresiones como “pasar por las horcas caudinas” (1) o el célebre “paseo de Canossa” (2). Lo del 13 de julio fue tan enorme y tan absolutamente irreal que quizás este día también será recordado en el futuro de Europa como el día del “diktado de Alemania”.

La gran lección de ese escarnio es que se ha perdido definitivamente el control ciudadano con respecto a una serie de decisiones que determinan la vida de la gente en el marco de la Unión Europea (UE) y, sobre todo, en el seno de la zona euro, hasta tal punto que podemos preguntarnos: ¿de qué sirven las elecciones si los nuevos gobernantes se ven obligados a hacer lo mismo que los precedentes en los temas esenciales, es decir, en las políticas económicas y sociales? Bajo este nuevo despotismo europeo, la democracia se define, en menor medida, por el voto o por la posibilidad de escoger y, en mayor medida, por el imperativo de respetar reglas y tratados (Maastricht, Lisboa, Pacto Fiscal) adoptados hace tiempo y que resultan verdaderas cárceles jurídicas sin posibilidad de evasión para los pueblos.

Al presentar a las muchedumbres a un Tsipras con la soga al cuello y coronado de espinas –“Ecce Homo”–, Merkel, Hollande, Rajoy y los otros pretendían demostrar que no hay alternativa a la vía neoliberal en Europa. Abandonad toda esperanza, electores de Podemos y de otros frentes de izquierda europeos; estáis condenados a elegir gobernantes cuya función consistirá en implementar las reglas y los tratados definidos una vez por todas por Berlín y el Banco Central Europeo.

Lo más perverso es que, al igual que en un juicio estalinista a semejanza del “Proceso de Praga”, se le ha exigido a quien más criticó el sistema, a Alexis Tsipras, que sea quien se humille ante él, que lo elogie y que lo suplique.

Los que ignoraban que vivíamos en un sistema despótico lo han descubierto en esta ocasión. Algunos analistas dicen que ya estamos en un momento que podríamos calificar de “postdemocrático” o de “postpolítico”, ya que lo que pasó el 13 de julio en Bruselas demuestra el desgaste del funcionamiento democrático y del funcionamiento político. Además, muestra que la política ya no consigue dar las respuestas que los ciudadanos esperan, aunque voten mayoritariamente a favor de ellas.

La ciudadanía observa, desesperanzada, cómo se exige al partido griego Syriza, que ganó las elecciones y que ganó un referéndum con un discurso contra la austeridad, que aplique con mayor brutalidad la política de recortes que los electores rechazaron. Consecuentemente, muchos se preguntan: ¿para qué sirve elegir una alternativa si la alternativa acaba siendo exactamente una repetición de lo mismo?

Lo que Angela Merkel ha querido demostrar de manera muy clara es que, hoy en día, no existe lo que llamamos alternativa económica, representando ésta una opción contraria a la política neoliberal de recortes y de austeridad. Así, cuando un equipo político elabora un programa alternativo, lo somete a la ciudadanía para que pueda elegir entre éste y otros programas y cuando dicho programa gana las elecciones y un equipo nuevo alcanza legítimamente, democráticamente, la dirección de un país, ese equipo de gobierno, con su proyecto alternativo antineoliberal, descubre que, en realidad, no tiene margen de maniobra. En materia de economía, de finanzas y de presupuestos no dispone de ningún tipo de margen de maniobra porque, además, están los acuerdos internacionales, que “no se pueden tocar”; los mercados financieros, que amenazan con sanciones si se toman ciertas decisiones; los lobbys mediáticos, que hacen presión; los grupos de influencia oculta como la Trilateral, Bildeberg, etc. No hay espacio.

Todo esto significa, simplemente, que el gobierno de un Estado de la zona euro, por mucha legitimidad democrática que posea y aunque haya sido apoyado por el sesenta por ciento de sus ciudadanos, no tiene las manos libres. Sí las tiene si decide realizar reformas legislativas para modificar aspectos importantes de vida social como, por ejemplo, el aborto, el matrimonio homosexual, la reproducción asistida, el derecho a voto de los extranjeros, la eutanasia, etc. Sin embargo, si desea reformar la economía para liberar a su pueblo de la cárcel neoliberal, se encuentra con que no puede hacerlo. Sus márgenes de maniobra aquí son prácticamente inexistentes, no sólo por la presión de los mercados financieros internacionales sino también, sencillamente, porque su pertenencia a la zona euro le obliga a someterse a los imperativos del Tratado de Maastricht, del Tratado de Lisboa, del Pacto fiscal (que exige que el presupuesto nacional no puede tener un déficit superior al 0,5% con respecto al PIB del país), del Mecanismo Europeo de Estabilidad Financiera (que endurece las condiciones impuestas a los países que necesitan un crédito), etc.

Como consecuencia, se ha creado, efectivamente, en Europa en la actualidad, el estatus de “nuevo protectorado” para los Estados que han pedido un rescate. Grecia, por ejemplo, es gobernada de manera “soberana” para todas las cuestiones que tienen que ver con la gestión de la vida social de sus ciudadanos (los “indígenas”). No obstante, todo lo que tiene que ver con la economía, con las finanzas, con la deuda, con la banca, con el presupuesto y, evidentemente, con la moneda está gestionado por una instancia superior: la tecnocracia euro de la Unión Europea. Es decir, Atenas ha perdido una parte decisiva de su soberanía, el país ha sido rebajado al grado de protectorado.

Dicho con otras palabras: lo que está ocurriendo no sólo en Grecia sino en toda la zona euro –en nombre de la austeridad, en nombre de la crisis– es, básicamente, el paso de un Estado de bienestar hacia un Estado privatizado en el que la doctrina neoliberal se impone con un dogmatismo feroz, puramente ideológico. Estamos ante un modelo económico que está arrebatando a los ciudadanos una serie de derechos adquiridos después de largas y, a veces, sangrientas luchas.

Algunos dirigentes conservadores tratan de calmar al pueblo diciendo: “Bueno, se trata de un mal periodo, un mal momento que hay que pasar. Tenemos que apretarnos el cinturón, pero saldremos de este túnel”. La pregunta es: ¿qué significa “salir del túnel”? ¿Nos van a devolver lo que nos han arrebatado?¿Nos van a restituir los recortes salariales que hemos padecido? ¿Van a restablecer las pensiones al nivel en el que estaban? ¿Vamos a volver a tener créditos para la salud pública, para la educación?

La respuesta a cada una de estas preguntas es “no”. Porque no se trata una “crisis pasajera”. Lo que ocurre es que hemos pasado de un modelo a otro peor. Y ahora se trata de convencernos de que lo que hemos perdido es irreversible. “Lasciate ogni speranza” (3). Ése fue el principal mensaje de Angela Merkel el pasado 13 de julio en Bruselas mientras exhibía, cual teutónica Salomé, la cabeza de Tsipras en una bandeja...

Notas

(1) La batalla de las Horcas Caudinas tuvo lugar el año 321 a. C., entre los ejércitos romano y samnita. Los samnitas de Cayo Poncio, gracias a su posición estratégica, rodearon y capturaron a un ejército romano de unos 40.000 hombres. Los soldados fueron desarmados, despojados de sus vestimentas y, únicamente con una túnica, fueron obligados a pasar de uno en uno por debajo de una lanza horizontal dispuesta sobre otras dos clavadas en el suelo, lo que les obligaba a inclinarse como condición para ser liberados. Esta derrota es el origen de la frase “pasar por las horcas caudinas” o “pasar bajo el yugo”, utilizadas en varias lenguas occidentales cuando hay que pasar un trance difícil, humillante y deshonroso por la fuerza.

(2) El “paseo de Canossa” hace referencia al viaje del emperador Enrique IV del Sacro Imperio Romano Germánico desde Espira (Speyer, Alemania) al castillo de Canossa (Italia) para ver al Papa Gregorio VII en enero de 1077. El objetivo era solicitarle que le levantara la excomunión. Cuando llegó a Canossa, Enrique IV tuvo que permanecer arrodillado a las puertas del castillo tres días y tres noches, nevando, vestido como un monje, con una túnica de lana y descalzo, para poder conseguir el perdón papal. Hoy en día, la expresión “Paseo de Canossa” (“Gang nach Canossa” en alemán, “Walk to Canossa” en inglés, “Aller à Canossa” en francés y “L’umiliazione di Canossa” en italiano) se usa para señalar una petición humillante.

(3) “Abandonad toda esperanza”, Dante Alighieri, La Divina Comedia. El Infierno. Canto III.

Fuente original: http://www.monde-diplomatique.es/?url=editorial/0000856412872168186811102294251000/editorial/?articulo=2d049be4-c300-475d-9643-2749edf55aad

jueves, 23 de julio de 2015

La mitad de los países de la UE podría decidir sobre el TTIP en referéndum... pero no España

 

                           UNIVERSIDAD DE COLONIA, ALEMANIA

Pablo García

eldiario.es

Un estudio de la Universidad de Colonia subraya la existencia de una carrera de obstáculos legislativos a la entrada en vigor del tratado de libre comercio e inversión entre la UE y Estados Unidos, conocido como TTIP. El estudio: “El proceso de ratificación en los estados miembros” describe la posibilidad de celebrar referendos en al menos en 14 de los Veintiocho países de la Unión, una opción que afecta, según el estudio, negativamente a la ratificación final del tratado. España no está en este grupo de países.

Excepto Malta, 27 de los Veintiocho estados necesitan llevar el tratado, en caso de que se apruebe primero en el Parlamento Europeo, a sus respectivos parlamentos nacionales. “El prerrequisito de una ratificación adicional a nivel nacional” tal como el referéndum “puede representar un obstáculo significativo para los acuerdos de libre comercio”, entre ellos el TTIP y el CETA (que negocian la UE y Canadá, aunque el segundo ha trascendido mucho menos). “Y este prerrequisito puede ser insalvable allí donde los referendos sean concebidos”, continúa el texto “debido al rechazo entre la población europea” al TTIP.

En resumen, este trabajo deduce que cuanto más democrático y abierto sea el proceso de ratificación del TTIP, menos opciones tiene el tratado de ser aprobado. Así, el estudio ve posible que se convoque una votación en Bulgaria, Dinamarca, Irlanda, Grecia, Croacia, Lituania, Holanda, Austria, Francia, Polonia, Rumanía, Eslovaquia, Hungría y Reino Unido. Dos de estos estados, Francia y Holanda, ya rechazaron la Constitución Europea en 2005. El TTIP genera todavía un mayor rechazo a lo largo de la Unión según las pocas encuestas disponibles. En Alemania, donde bastaría con el trámite en el Bundestag, este rechazo también sería mayoritario, de acuerdo con los últimos sondeos.

El informe de la Universidad de Colonia, de medio centenar de páginas, distingue entre “ratificación” y “aprobación interna”. La académica autora del estudio, Anna Eschbach, cree que hay un “malentendido” entre ambos términos: el segundo, el de aprobación interna, “consiste en obtener la aprobación parlamentaria de la conclusión del acuerdo”, ergo bastaría con el voto en el hemiciclo. Sin embargo, al tratarse el TTIP de un acuerdo económico o comercial que puede afectar a diferentes áreas de la regulación nacional, los países pueden echar mano del sistema plebiscitario cuando esté específicamente indicado en la Constitución.

Algunas de las áreas afectadas por el TTIP pueden ser, de acuerdo con el estudio, “la protección de la inversión (aquí entraría en juego el polémico mecanismo de arbitraje inversor-estado, denominado ISDS), las costumbres, el transporte, la energía, las materias primas, la contratación pública, la seguridad en el trabajo…”.

El caso español no deja opción al referéndum. “La Constitución Española estipula el referéndum solo en caso de enmienda constitucional”, dice el estudio. La solución más viable con la legislación vigente de la mano es el trámite parlamentario. “La decisión reside en cómo el Ejecutivo español categoriza el tratado de libre comercio”, destaca el estudio.

El procedimiento normal sería la ratificación vía Congreso de los Diputados; después devolvería el texto al Senado, que podría vetar el TTIP o introducir enmiendas. Y finalmente de vuelta al Congreso. En 2005, José Luis Rodríguez Zapatero convocó un referéndum para aprobar o rechazar la Constitución Europea, aunque su carácter no fue vinculante (ganó el sí por abrumadora mayoría).

"Por salud democrática"

"El hecho de que haya Estados como Francia o Irlanda que, llegado el momento, tengan que someter el TTIP a referéndum es síntoma sin duda de salud democrática”, celebra la eurodiputada de Podemos Lola Sánchez, favorable a esta opción en España. “No hay que tener miedo a preguntarle a los ciudadanos nunca, y menos en un tema tan trascendente como este”. Sánchez recuerda que “la Comisión Europea ya preguntó, y los resultados fueron claros: el 95% de los europeos manifestaron su rechazo al TTIP y en concreto a la cláusula de tribunal internacional de arbitraje privado para resolver conflictos con inversores [ISDS]”.

Entre los países que sí podrían celebrar una votación existen muchos matices: nadie está obligado, pero es una posibilidad muy real para muchos estados miembros. En Reino Unido por ejemplo ésta tendría un carácter no vinculante, y dependería esencialmente de la buena voluntad de la Cámara de los Comunes porque normalmente “los acuerdos internacionales son ratificados por la Reina”. Sin embargo, el estudio de la docente alemana concluye que el referendo es “esencialmente muy posible” en Gran Bretaña.

En Francia el referéndum puede llegar por dos vías. Por un lado, el artículo 11 de la Constitución que establece que cualquier enmienda constitucional necesita ser votada, al igual que en el caso español. Por otro, la propia Constitución concede la posibilidad de convocatoria al Presidente de la República o si así lo piden la Asamblea y el Senado conjuntamente, alegando que el tratado de libre comercio “tendría efectos en el funcionamiento de las instituciones”.

Fuente original: http://www.eldiario.es/economia/UE-decidir-TTIP-referendum-Espana_0_411909671.html

lunes, 20 de julio de 2015

No a la Europa alemana

Napoleon Bonaparte

Rebelión

El proyecto de una Europa unida ha sido el sueño de millones de personas de este continente, que buscaban un modelo propio europeo basado en el estado del bienestar, en la consecución de un demos propio y en una economía al servicio de las personas.

Sin embargo, la Unión Europea actual nada tiene que ver con esa aspiración, pues los poderes económicos la han transformado en un mercado al servicio de los intereses de las multinacionales y alejado totalmente de las personas. La democracia es un estorbo para la Unión Europea actual y quien ose cuestionarla, es echado a los infiernos, como hemos visto en Grecia. Esta Europa debe ser enterrada, porque está muerta, pues se ha convertido en un lugar inhóspito para la gente decente, como bien dice Yannis Varufakis.

Sobre la solución griega de la Unión Europea, el semanario alemán Der Spiegel dice: “el catálogo de atrocidades que el gobierno griego se ve obligado a firmar con una pistola en la sien”. El nada sospechoso Financial Times afirma, que las condiciones impuestas al gobierno griego es “una paz cartaginesa” (quiere decir, que es la muerte del pueblo griego. Cartago fue destruido fisicamente). Lo que se firmó, el 12 de julio de 2015, será recordado como una jornada negra para la construcción europea y un bochorno para todos los europeos por no impedirlo.

Europa se ha convertido en el cortijo de Alemania. ¡Qué frágil es la memoria de los alemanes! Hagamos un recorrido por la historia de Alemania de los últimos cien años, para así comprender el horror de la actuación de Merkel respecto a Grecia. Es un aviso al resto de países, es el nuevo nazismo económico alemán.

Con la derrota de Alemania en la I Guerra Mundial, este país tuvo que firmar y aceptar el Tratado de Versalles, con unas condiciones escandalosas, que suponían una humillación para todo el pueblo alemán. La derecha alemana consideró el final de la guerra como una traición y el Tratado de Versalles fue la semilla que provocó el nazismo y en consecuencia nos avocó a la II Guerra Mundial, donde nuevamente Alemania salió derrotada, provocando la muerte de millones de personas y la destrucción de Europa. No olviden nunca los campos de concentración nazi. La derrota provocó la división de Alemania en cuatro partes, siendo ocupado por las cuatro potencias vencedoras.

Poco tiempo después, los territorios ocupados por Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña se unieron para formar la República Federal de Alemania con capital en Bonn, mientras que en la parte soviética se formó la República Democrática de Alemania.

El país estaba totalmente destruido y debía hacer frente a una gran deuda pública. También debía hacer frente a las indemnizaciones por la guerra, como es el caso de Grecia, que todavía no lo ha hecho, y debería devolver los 3.000 millones de dólares de un préstamo que se llevaron los alemanes del Banco central griego, nunca devuelto.

Ante la insolvencia alemana se realizó en la conferencia de París en 1953, donde se le condonó el 63% de la deuda, que debía. Entre los países, que le perdonaron deuda estaba Grecia y España. ¡Qué duro es recordar para los alemanes la generosidad de todos con Alemania! ¡Qué pronto se olvida la historia!

El mundo occidental estaba cansado de la altanería alemana y las decenas de millones de muertos que esta produjo. Hubo dos planes que fueron diseñados para Alemania después de la II Guerra Mundial, Por un lado, el plan Morgenthau, que era Secretario del Tesoro de los Estados Unidos y diseñó el plan de su nombre, cuyo objetivo era castigo para Alemania y consistía en desindustrializarla, convirtiéndola en un país de base agraria, para que nunca más pudiera ser una amenaza nadie. Es el plan que se aplica a los países que pierden las guerras.

Por el otro lado, el ya conocido plan Marshall, que supuso el que Alemania recibiera ingentes cantidades de dinero para que se desarrollara nuevamente como potencia industrial. Finalmente, este plan es el que se les aplicó con la generosidad de todos los países.

Con la caída del muro de Berlín en 1989, toda Europa fue tremendamente solidaria con Alemania, tanto en política como financieramente, permitiéndoles la unificación alemana bajo el mandato del canciller Helmud Khol, con la participación muy activa de Mitterand, Felipe González o del propio presidente ruso Boris Yeltsin. Mucho dinero de la Unión Europea fue destinado a Alemania a pesar, de que esto perjudicaba a los países del sur de Europa.

Cuando se planteó la Constitución europea, tanto Holanda como Francia dijeron NO, pero Alemania consiguió posteriormente el Tratado de Lisboa que era lo mismo pero sin tener que votarse. Como vamos viendo esta Unión Europea es muy alérgica a las elecciones democráticas. Lo hemos visto en Grecia también ahora.

Alemania siempre aduce que las reglas de la Unión están para cumplirse. Resulta que el país que más incumplimientos ha tenido es Alemania. Sigue sin cumplir el límite establecido en los Procedimientos de Desequilibrios Macroeconómicos, año sí y otro también, pero nadie puede decirle nada. Entre los años 2000-2010 ha incumplido los límites de déficit (3%) o de deuda (60%) como establecen los Tratados hasta catorce veces y no pasa nada. El BCE actúa en función exclusiva de los intereses alemanes haciendo que los países del sur suframos sus consecuencias.

Alemania ha impuesto un modelo, que le permite competir en plena transición geoeconómica dentro de un mundo multipolar. Es un pacto bien sellado para beneficios de las grandes multinacionales privadas europeas, como se va viendo en el TTIP entre la Unión Europea y Estados Unidos.

El 12 de julio de 2015 debemos certificar el final de la Unión Europea, tras el acuerdo con Grecia. La inmensa mayoría de europeos decentes no debemos permitir que en nuestro nombre nos gobiernes multinacionales, que nos llevan con sus políticas a regresar al siglo XIX y a la desigualdad social, la injusticia y al sálvese quien pueda.

De los hechos de Grecia debemos sacar unas conclusiones. En primer lugar, el triste papel de la socialdemocracia en tantos temas, pero especialmente en Grecia. ¿En qué se diferencia Hollande, Schultz, Pedro Sánchez de la Merkel? La aplauden y jalean en sus tropelías, convirtiéndose en los monaguillos de la derecha alemana. ¿Nos explicará el Sr Sánchez porqué apoyan el TTIP? Aquí en España después del desastre de Zapatero nos dijeron “hemos vuelto”, claro, para seguir haciendo lo mismo que con Zapatero y seguir siendo los monaguillos de la derecha. Esto lo confirma el nombramiento de Jordi Sevilla como asesor de Sánchez, personaje este que se destaca por su social liberalismo. En consecuencia, ninguna esperanza con el PSOE, siguen sin aprender nada.

¿Reflexionará Pablo Iglesias sobre lo sucedido en Grecia? Le recomiendo que lea mucha historia y deje de cometer los errores históricos que ha cometido la izquierda española en los últimos cuarenta años, La realidad es que Pablo Iglesias con un año de experiencia en Podemos, no sólo los está cometiendo sino los está aumentando, llevándonos al desastre para muchos años.

Por favor unan a la gente decente de este país, para que así podamos poco a poco salir del lodazal, en la que nos ha metido este capitalismo estúpido.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

domingo, 19 de julio de 2015

La canallada final contra el pueblo griego

 

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Vicenç Navarro

Público

Como era predecible, el establishment político-mediático español (incluyendo el catalán) ha presentado lo ocurrido en Grecia y en las negociaciones con la Troika, con el Eurogrupo y con el Consejo Europeo como un completo fracaso del gobierno Syriza, que en el colmo de su supuesta incompetencia sometió a su pueblo a un gran sacrificio, el corralito, y a un referéndum que, además de ser inapropiado, tuvo un impacto contrario al que pretendía, pues en lugar de conseguir mayores concesiones de las instituciones europeas, estas endurecieron sus posturas, exigiendo incluso mayores sacrificios de los que ya habían ofrecido antes de conocerse el resultado del referéndum. Ha sido, pues, un desastre producto de la incompetencia del gobierno Syriza. El nivel de hostilidad de este establishment político-mediático español (incluyendo el catalán) -que también apareció con igual intensidad en los mayores medios de información alemanes- alcanzó unos niveles nunca antes vistos en contra de un gobierno europeo. Las medidas impuestas por el establishment financiero europeo (hegemonizado por el alemán) –y sus instrumentos políticos (la Troika, el Eurogrupo y el Consejo Europeo)– intentaban humillar al pueblo griego, que ha sido el único que, a través de su gobierno, se ha rebelado contra el austericidio forzado por aquel establishment financiero. Esta humillación se presentaba al público con satisfacción y regodeo por parte de los mayores medios de información, que alcanzaban lo que algunos humoristas estadounidenses han definido sarcásticamente como un “orgasmo mediático”. Nunca tanto odio se había expresado en tales medios con tanto placer para el que lo transmite, y tanto dolor para el que lo recibe.

La enorme manipulación de los medios

En toda esta presentación se olvidaron, además, de la causa justa que el gobierno Syriza defendía y de algunos elementos clave para entender lo ocurrido, incluido el enorme desequilibrio de fuerzas en tal conflicto, que alcanzó (como indiqué en un reciente artículo, “El principio del fin de esta Europa antidemocrática e injusta”, Público, 07.07.15) niveles bélicos, conflicto que era parte del existente entre las élites gobernantes en la Eurozona (que están al servicio del capital financiero) y sus clases populares, un conflicto que mi amigo Noam Chomsky ha definido no como una lucha, sino como una guerra de clases, que ha alcanzado su máxima expresión en Grecia. Y los grandes medios de información al servicio de los intereses financieros que los controlan ocultaron la mayoría de los hechos, ignorando, cuando no ocultando, esta guerra de clases. Por un lado estaban las instituciones más poderosas de la Eurozona, deseosas de destruir al partido Syriza, y así matar al enemigo (y la expresión no es hiperbólica, pues esta era su intención: destruir al enemigo y al partido Syriza, expulsándolo del gobierno). Este era su objetivo. Por el otro estaban las clases populares de Grecia.

La ocultada guerra de clases

A fin de conseguir este objetivo, el establishment que gobierna la Eurozona, liderado por el alemán, siguió paso por paso su plan de destrucción, iniciándose este solo horas después de la victoria electoral del partido Syriza, cuando el Banco Central Europeo, el BCE, limitó la liquidez a los bancos griegos (es decir, disminuyó drásticamente el dinero transferido a estos), lo que fue seguido por un notable estrangulamiento (días antes de que se celebrara el referéndum donde se iba a pedir al pueblo griego su acuerdo o desacuerdo con las medidas impuestas por las instituciones europeas), forzando al gobierno Syriza a introducir el altamente impopular corralito, con la intención de atemorizar al pueblo griego y mostrar las consecuencias de que este votara en contra de lo que deseaban aquellas instituciones. Y después del referéndum, el BCE continuó limitando la liquidez, amenazando con interrumpirla en cualquier momento, creando así una parálisis bancaria al país. En cada uno de estos pasos, el BCE utilizó todo su armamento financiero de destrucción masiva para presionar al gobierno Syriza. Tales medidas tendrían que haber generado una gran protesta en la Eurozona, pues el BCE se estaba atribuyendo funciones que no tenía. Ante estos actos ilegales y canallescos (no hay otra manera de definirlo), el pueblo griego realizó un enorme acto de valentía y coraje al votar mayoritariamente en contra del establishment político-mediático europeo, sabiendo lo que ello podría significar.

La respuesta de las élites gobernantes en la Eurozona al rechazo de sus propuestas fue incrementar aún más su hostilidad, exigiendo medidas que convertían a Grecia en un “protectorado” de la Troika, recuperando la fórmula política imperial que había dejado de existir desde el periodo de descolonización que siguió a la II Guerra Mundial. Una de las medidas más humillantes y difíciles de aceptar para el gobierno Syriza fue que Grecia tendría que venderse el equivalente a 50.000 millones de euros en propiedades públicas y ponerlos aparte en un fondo supervisado por la Troika, con el fin de pagar a los acreedores. Estos son los Estados de la Eurozona, que habían comprado la deuda pública griega que tenían los bancos privados (predominantemente alemanes y franceses), los cuales la habían obtenido a unos intereses desorbitados y escandalosamente altos (debido en parte al hecho de que el BCE –que es un lobby de la banca- no tenía como función proteger a los Estados, como hace cualquier banco central digno de su nombre, ayudando en su lugar a la banca privada). El BCE, en lugar de ayudar a los Estados de la Eurozona prestándoles dinero, lo que hacía era prestar dinero a unos intereses ridículamente bajos a los bancos privados para que estos se lo prestaran a los Estados a unos intereses elevadísimos, que en el caso de Grecia alcanzaron unos niveles escandalosamente altos, una de las causas de que la deuda pública griega sea tan elevada.

Cuando estos bancos privados, que se habían enriquecido enormemente a base de comprar bonos del Estado griego, sumamente rentables, vieron que el Estado griego podría colapsar y no pagarles los intereses, e incluso perder el principal de la deuda (es decir, los bonos públicos, generadores de renta), pidieron a los Estados que les compraran su deuda, evitando así el colapso de los bancos, y ello a costa de que los Estados fueran ahora los que tenían los bonos públicos, compra (en realidad, el mejor término es rescate bancario) que los Estados hicieron sin que tuvieran ningún mandato popular para ello, pues salvar a los bancos no estaba en la oferta electoral de ninguno de los partidos gobernantes. Y su población tampoco fue llamada a referéndum para preguntárselo. La gran mentira y falsedad promovida en los medios era presentar esta compra de bonos públicos griegos (que se habían adquirido en condiciones abusivas) como la ayuda de los pueblos de la Eurozona al pueblo griego. En realidad, era la ayuda de las élites gobernantes, próximas al capital financiero, a sus bancos. De ayuda a Grecia no había nada. Y ahora, en las negociaciones querían que Grecia les pagara la deuda, utilizando todo tipo de presiones para conseguirlo.

La gran falsedad de presentar la ayuda a los bancos como un acto de solidaridad con el pueblo griego

Con un ejercicio de gran cinismo, estos Estados que habían rescatado a los bancos con dinero público a costa del bienestar de sus clases populares, presentaban ahora a Syriza como el malo de la película por no querer pagar a los pensionistas europeos el dinero que dichos pensionistas habían prestado a los pensionistas griegos (los cuales, indicaron todos los medios, gozaban de una pensión supuestamente exuberante). El objetivo de esta propaganda era evitar que las clases populares de los países de la Eurozona se aliasen en contra de sus propios establishments, liderados por el alemán. Leer la prensa alemana o española da idea del extremo hasta el que tal establishment es capaz de manipular para dividir a las clases populares, estimulando su movilización a favor suyo y en defensa del establishment financiero. Oír al Ministro Guindos (el mismo exbanquero de la banca más tramposa que haya existido, la Lehman Brothers) decir que el gobierno Syriza tiene que devolver el dinero a España para que se puedan mejorar las pensiones, alcanza dimensiones vomitivas. Las clases populares griegas y las españolas vivirían mucho mejor si ambos países hubieran podido nacionalizar o intervenir la banca privada y ponerla al servicio de sus clases populares.

Pero lo que alcanzó unos niveles nunca antes vistos fue la exigencia de los 50.000 millones de euros, extraídos de la venta de propiedad pública griega, que deberían ser pagados por el Estado griego a los acreedores. Con ello, además de los recortes y de la austeridad, se añadía un latrocinio al pueblo griego, robándole el equivalente a un 17% del PIB griego para pagar el rescate a los bancos por parte de los Estados. En cuanto a las medidas de austeridad, estas se incrementaron, con lo cual el descenso del PIB (que ha sido de un 25% en cinco años) aumentaría todavía más (se calcula que un 5% más).

¿Por qué Syriza aceptó estas demandas?

La enorme negatividad contra Syriza que apareció en los medios ocultaba que el gobierno griego tenía muy poco espacio para poder responder a esta belicosa hostilidad. Y a pesar de ello, es notable lo que también consiguió, cosa que naturalmente y predeciblemente no salió en los medios. El hecho de que el rechazo a tales medidas impuestas por la Troika alcanzara un nivel tan elevado (un 62%), le permitió conseguir un grado de unidad en su país impensable antes del referéndum, de manera que las propuestas hechas después del referéndum eran firmadas por la gran mayoría de partidos, además de Syriza. Esto fue lo que originó cambios, incluido el que, en lugar de continuar discutiendo el segundo rescate aprobado por el gobierno anterior, se discutiera ahora un nuevo rescate, de una cantidad mucho mayor, que podría alcanzar 80.000 millones, con una promesa de iniciar el proceso de reestructuración de la deuda griega, aun cuando no se especificaran las condiciones.

Otras medidas también importantes que se consiguieron fueron la disminución de la exigencia a Grecia de tener un superávit primario en las cuentas del Estado (es decir, tener un balance positivo entre los ingresos y los gastos, sin incluir los gastos para pagar los intereses de la deuda) que fuera equivalente a un 4% del PIB, utilizando este superávit para pagar la deuda, lo cual hubiera causado un colapso de la economía griega. Syriza consiguió que el superávit fuera equivalente a un 1% del PIB el primer año, un 2% el segundo año, y un 3% en el tercer año, exigencias que también serían perjudiciales para Grecia, pues aun cuando no crearían un colapso, impedirían su recuperación. El gran problema fue que Syriza consiguió mejoras, pero dentro del marco definido ya en el rescate anterior. Y este era el punto flaco del nuevo rescate que entraba en clara contradicción con lo que el pueblo griego había votado. De ahí que lo que se le ofrecía a Grecia por parte de las instituciones europeas era más de lo mismo.

¿Qué podría haber hecho Syriza?

El poder de Syriza en las negociaciones estaba muy limitado por las condiciones que se daban a los dos lados de la mesa negociadora. Y una constante por parte de Syriza era su deseo, reflejando lo que deseaba la gran mayoría del pueblo griego, de mantenerse en la Eurozona. Esta era una condición sine que non. Se consideró, desde el principio de su mandato, que la salida del euro por parte de Grecia no era ni posible ni aconsejable. El mismo por entonces Ministro de Finanzas, el Sr. Yanis Varoufakis, había indicado en The Guardian que “la salida de Grecia del euro, creando una nueva moneda, sería dificilísima. En Irak la introducción de una nueva moneda duró casi un año, con el desarrollo de una enorme infraestructura que no existe en Grecia. De ahí que el anuncio de la salida de Grecia del euro sería equivalente a anunciar una devaluación de la moneda con 18 meses de antelación. Sería una receta para eliminar todo el capital, que abandonaría el país por todos los medios”.

Se indicaba también por parte de sectores de la dirección de Syriza que el caso de Argentina (que muchos presentaban como punto de referencia para salirse del euro) no tenía validez para Grecia, pues Argentina tenía ya su moneda, el peso argentino, y toda la infraestructura para operarla en el momento que decidió separarse del dólar, cambiando el valor de su moneda. Pero Grecia no tenía una nueva moneda. Ante esta situación, lo único que podría haber hecho el Estado griego frente a la amenaza del BCE de interrumpir toda liquidez a los bancos griegos hubiera sido lo que el ministro Varoufakis propuso al Primer Ministro Tsipras el día antes del referéndum en previsión de lo que podría pasar, es decir, nacionalizar algunos bancos griegos e intervenir el Banco Central Griego, imprimir euros por parte del Banco Central Griego, emitir una nueva moneda por parte del Estado y controlar la movilidad de capitales. Pero Tsipras no lo aceptó, pues temía que ello implicara la expulsión inmediata de Grecia del euro, que era lo que quería evitarse por todos los medios.

Es interesante subrayar que el BCE –que, como dije antes, es principalmente un lobby de la banca- quería castigar al Estado griego y expulsar a Syriza del gobierno, pero no (como he indicado en otro artículo en Público, 11.06.15) sacar a Grecia del euro. El capital financiero alemán no deseaba que ello ocurriera, en parte por la enorme inestabilidad que ello crearía. De ahí que en las reuniones del Eurogrupo el Sr. Mario Draghi, Presidente del BCE, incluso se enfrentara con el Ministro alemán de Finanzas, el Sr. Wolfgang Schäuble, que no excluía sacar a Grecia del euro por un periodo de cinco años. Draghi indicó que ello ya ahora crearía un gran desequilibrio, punto de vista compartido pero no enunciado por la Sra. Merkel, que tenía que equilibrar su deseo de estabilidad financiera con la demanda de su partido de castigar duramente a Grecia. Ahí radica el origen del fondo general de 50.000 millones de euros (basado en la venta de propiedad pública griega) propuesto por la Sra. Merkel.

Es interesante subrayar que los mayores aliados del gobierno alemán, en su mano dura, han sido los gobiernos español, portugués e irlandés, pues –como indica Varoufakis en su entrevista en el New Statesman (13.07.15)– odian a Syriza y querían destruirla, temerosos de que fuerzas políticas antiausteridad que existen en sus países –como Podemos en España- se beneficiaran de cualquier mejora que pudiese conseguir Syriza. La preocupación del gobierno Rajoy frente a Podemos, tal como informa Varoufakis, ha estado detrás de su apoyo a las propuestas alemanas.

¿Y ahora, qué?

Lo ocurrido en estos días tendrá un enorme impacto en la Eurozona. Europa nunca será a partir de ahora como fue antes. La Europa punto de referencia mundial para aquellos que desean vivir en países democráticos y justos, ha desaparecido. El rechazo hacia esta Europa neoliberal, antidemocrática y reaccionaria, al servicio del capital financiero, se está extendiendo a lo largo de su territorio, y se ha creado una nueva situación que abre toda una serie de oportunidades. Los hechos han mostrado con una enorme claridad que el gobierno alemán de la Sra. Merkel domina el Eurogrupo y dicta sus políticas, y lo hace pensando única y exclusivamente en sus intereses de clase. Y digo de clase porque la clase trabajadora alemana es una de sus víctimas (merece destacarse, por cierto, el apoyo valiente de las izquierdas alemanas, Die Linke, y de los sindicatos alemanes a las demandas antiausteridad griegas). La crueldad y dureza de las medidas, apoyadas por una movilización mediática que también hemos visto en España (con tonos claramente racistas, menospreciando al pueblo griego y a sus gobernantes), recuerda a situaciones anteriores en su historia, tanto en Alemania como en España.

No hay que olvidar que los que gobiernan España, el PP, son los herederos de aquellas fuerzas que se alzaron contra una democracia, venciendo (a pesar de la enorme resistencia de las clases populares de todos los pueblos y naciones de España) gracias al apoyo de las fuerzas nazis alemanas, que dominaron y oprimieron a otros muchos pueblos europeos, incluyendo Grecia, asesinando, destruyendo y robando a aquel país, sin que el Estado alemán, sucesor del Estado nazi, haya pagado ninguna reparación a las víctimas de tanta opresión en aquel país (ver mi artículo “Los costes del nazismo alemán para Grecia (y para España)”, Público, 24.03.15). Y para mayor indignación, al Estado alemán, que, por fin, fue derrotado, se le perdonó más de la mitad de la deuda pública con los acreedores extranjeros en el año 1953 , permitiéndole que pagara la otra mitad de la deuda en treinta años y solo en periodos de crecimiento. Grecia, que fue uno de los Estados que le perdonó la deuda, es ahora el país al que el Estado alemán, heredero de aquel otro de 1953, no deja que se le permita conseguir lo mismo que se le permitió a Alemania por parte de los aliados, incluyendo Grecia. Nunca históricamente se habían visto ejemplos de mayor innobleza, desvergüenza y merecedores de condena por su inmoralidad, como el comportamiento del Estado alemán y de los medios de información alemanes hacia Grecia.

Lo ocurrido ha reabierto heridas que se creían cerradas. Hoy al gobierno alemán, aliado con los establishments financieros en cada país, se le ve como el centro de un poder que es profundamente antidemocrático y antisocial. Existe una alianza de las élites gobernantes en la Eurozona, las castas que representan los intereses económicos y financieros dominantes, que no tiene límite en su hostilidad hacia las clases populares y el mundo de trabajo de cada país, incluyendo el griego. Es, repito, lo que Noam Chomsky ha definido acertadamente como la guerra de clases.

Ahora bien, hay también motivos de gran esperanza. El enorme sacrificio del pueblo griego no será en vano. Hoy Europa está llena de movimientos de protesta y rechazo hacia esta Europa mezquina, antidemocrática y profundamente injusta. Y ya vemos algunas grietas en el edificio que sostiene el imperio del establishment alemán. No puede descartarse que se establezcan divisiones en la estructura de gobierno de la Eurozona, con posibles tensiones con Francia e Italia, que ya aparecieron, pero que fueron totalmente insuficientes para cuestionar el dominio y hegemonía del gobierno alemán. Pero lo que es más urgente es que las clases populares –a través de movimientos sociales y sindicales, y partidos políticos- establezcan lazos de cooperación y asociación para parar las medidas de austeridad, estableciendo las bases para un cambio profundo de esta Europa reaccionaria hacia otra Europa justa y democrática. Y la estrategia de cambio debería ir más allá del debate “euro sí” o “euro no”, cambiando la gobernanza de esta moneda y de toda la Eurozona, con alianzas, a nivel europeo, que puedan ya expresar un Basta Ya, con una petición y exigencia de cambios democráticos en cada uno de los países de la Eurozona, como está ocurriendo hoy en España. Soy consciente de que esta expresión podrá verse como un deseo inalcanzable, pero ¿quién hubiera dicho en España hace solo un año que habrían ocurrido los cambios que ocurrieron en las últimas municipales, que fueron ni más ni menos que un tsunami político, y que cambiaron toda España y toda Europa? En realidad la hostilidad del establishment europeo, liderado por el gobierno alemán, a las clases populares griegas era un mensaje que intentaba atemorizar a las clases populares españolas.

Una última observación. Ni que decir tiene que la situación en España es distinta a la griega, y por lo tanto las soluciones para cada país son distintas. El intento de presentar a Podemos como la Syriza española es un indicador más de una manipulación, confundiendo la necesaria y noble solidaridad de Podemos con el pueblo griego y con su mejor representante, Syriza, con el desarrollo de sus políticas, que necesariamente serán distintas, puesto que las realidades que reflejan son muy diferentes. Hoy en Grecia no hemos visto el fin, sino el inicio de un proceso de cambio que impactará a toda Europa, ayudando a todas las fuerzas en este continente que se oponen al enorme austericidio que se ha estado imponiendo y que ha hecho tanto daño al pueblo griego y al español.

Fuente original: http://www.caffereggio.net/2015/07/16/la-canallada-final-contra-el-pueblo-griego-de-vicenc-navarro-en-publico/