martes, 4 de octubre de 2011

LA ECONOMÍA Y LOS ZANCOS

 

 

ZANCOS DE MADERA

JOSÉ RAMÓN MONTES GONZÁLEZ, GEÓGRAFO URBANISTA


Los zancos, esos viejos y rudimentarios artilugios de las fiestas pueblerinas, consiguen que la estatura de las personas que se los calzan, aumente en gran manera de modo que
un “retaco”, se convierta en un buen mozo, y un encogido en un bigardo y goce por un rato de algo que no tiene de verdad, esa estatura es un engaño, por ingenuo y pueril que
aparezca. Quien marcha sobre zancos anda con torpeza y tiene el peligro de caer al menor tropiezo y romperse las narices contra el enlosado, haciéndose daño y
exponiéndose además, a la cruel prueba del ridículo, salvando quizás a los jóvenes del municipio riojano de AGUIRIANO que saben andar con dignidad sobre esos palos
festivos.
Pero resulta que algunos, muchos políticos, incluso de los más importantes gustan de ponerse zancos y con ellos aparecer ante los medios de comunicación, ante la opinión
pública exhibiendo una estatura que no tienen. ¿Cuáles son esos zancos?, pues son y consisten en los enrevesados, tecnocráticos e ininteligibles párrafos de los lenguajes de la ECONOMÍA, y en los lugares y foros económicos desde los que emiten sus altas peroratas. Pero como ellos bien saben, aquello de que NADIE ES PROFETA EN SU
TIERRA, se calzan sus zancos cuando están fuera de su país o hablan para el mundo
global o para el evanescente ámbito europeo que no se sabe ni donde empieza ni donde termina.
Dos ejemplos de estos tiempos vienen a corroborar esta situación algo cómica y algo trágica y son ni más ni menos que los de la canciller de Alemania ÁNGELA MERKEL y del Presidente francés NICOLÁS SARKOZY. Estos altos dignatarios hablan desde la COMISIÓN EUROPEA o desde el poderoso BCE y amenazan al pueblo griego o los portugueses o a nosotros con medidas y más medidas, con recortes y austeridades y
`predican con unción la sacralidad del euro en cuyo altar hay que ofrecer sacrificios innumerables y cada vez más dolorosos.
Más, he aquí que de puertas adentro en sus naciones respectivas no encuentran los vistosos palos y han de marchar “a pied nu”como se dice por Francia y resulta que en la
rica Alemania, MERKEL viene perdiendo elección tras elección antes de ayer en el poderoso Land DE BADEN WÜRTENBERG y ayer a la pequeña tierra de
ANTEPOMERANIA. Claro que en ATENAS no le deben votar y así se puede mostrar como la gran emperatriz del rigorismo, pero las gentes alemanas se permiten la audacia de darle un NO POLÍTICO, un rechazo ciudadano por las escuelas que disminuyen, porque los viejos tiene menos residencias o porque en la estación del pueblo hay menos
trenes de cercanías, esos electores no respetan los zancos, exigen sus derechos.
El domingo 25 de septiembre, el otro gran usuario de los zancos económicos, el otro polo del pretendido EJE (por cierto que lo de EJE trae malos recuerdos), NICOLAS
SARKOZY, perdió el Senado castigado por esa FRANCIA PROFUNDA que el 29 de marzo de 2005 ya supo decir que NO a lo de la Constitución Europea. Cuando andan por sus respectivas tierras se ven obligados a aparecer como lo que son, como unos
POLÍTICOS con toda la grandeza y la miseria que tiene este concepto y dentro del duro oficio de hacer política se ven expuestos a esos avatares de lo que aún queda de
democracia. De ahora en adelante casi con toda seguridad tratarán de ponerse unos zancos económicos más aparatosos y hablar desde la mítica BRUSELAS donde nadie
exige nada y seguirán ordenado restricciones, recortes austeridades y sacrificios en nombre del famoso rigor económico que tanto se va pareciendo el RIGOR MORTIS
que se usaba en el lenguaje latino de las facultades de medicina del siglo XVI
Seguramente la FIESTA ESTÁ ACABANDO y si no hay fiesta en el pueblo es ridículo seguir con los feos zancos

martes, 27 de septiembre de 2011

Ha llegado la hora de la “desmundialización”



20 Septiembre 2011
La desmundialización no es un concepto rígido, sino dinámico, y se puede traducir en una serie de medidas políticas prácticas, tales como, entre otras, las propuestas de los autores anteriormente citados y que no se limitan a la necesidad de un proteccionismo europeo. Su “combustible” es la exigencia democrática de recuperar la soberanía popular en el espacio en que pueda ejercerse realmente para regular los flujos económicos y financieros.
Bernard Cassen, Comité de Apoyo de Attac España, mediapart.fr, Traducido para Rebelión por Susana Merino
Frente a un nuevo fenómeno, las palabras se apresuran a nombrarlo hasta que alguna de ellas termina por imponerse. Es lo que sucedió en francés con el término “altermundismo”. Entró en el campo político entre el 2001 y el 2002. Nombrando a la nebulosa mundial de organizaciones y de redes que poco a poco se fueron reconociendo en el eslogan de los Foros Sociales Mundiales “Otro mundo es posible” adoptado por la organización Attac (creada en junio de 1998) surgida de un artículo de Ignacio Ramonet en Le Monde diplomatique de mayo de 1998. Se halla íntimamente vinculada a momentos de alta visibilidad mediática como fueron los Foros, desde el realizado en Porto Alegre en 2001 y las grandes manifestaciones contra la OMC, el FMI, el Banco Mundial, etc. desde Seattle en diciembre de 1999.
El “Altermundialismo” sucedió al “antimundialismo”, concretando el paso desde una posición de simple rechazo a la mundialización liberal a la proposición de políticas alternativas. Una manera de contradecir el famoso TINA (There is no alternative) de Margaret Thatcher.
En enero de 2008, la revista Utopie critique y Mémoire des Luttes propusieron el concepto de “post-altermundismo” (2) destinado a designar a las posibles articulaciones entre movimientos sociales, partidos y gobiernos progresistas en pos de objetivos precisos, como la lucha contra el cambio climático. La cumbre de Cochabamba, convocada por el presidente boliviano Evo Morales en 2010, constituye un buen
ejemplo. El post-mundialismo no se opone al altermundismo: es solo una de sus posibles derivaciones.
Un concepto nuevo y que molesta
Y he aquí que acaba de hacer irrupción en el léxico político francés un nuevo concepto aunque alineado sin embargo al anterior: el de “desmundialización”. Se ha desarrollado en por lo menos tres libros recientes: el de Georges Corm, “Le nouveau gouvernement du monde” (La découverte 2010), “ La démondialisation” (Seuil 2011) de Jacques Sapir y el de Armand de Montebourg “Votez pour la démondialisation” con prefacio de Emmanuel Todd (Flammarion 2011). Estos dos últimos autores remontan el concepto al filipino Walden Bello, figura señera de los Foros sociales mundiales en su libro titulado “Démondialisation: Ideas for a New World Economy” editado en 2002. También había sido propuesto ya por el autor de estas líneas en un artículo publicado en noviembre de 1996 publicado en “Manière de voir” , publicación bimestral de Le Monde diplomatique. En esa época todavía no había aterrizado en el debate público (3) . Las palabras también deben esperar a que les llegue su hora… y parece que la de desmundialización ha llegado.
Por si quedaran dudas, solo es preciso ver las virulentas reacciones que este concepto a suscitado en sectores esperados ( los liberales superobedientes) pero también en otros en los que no se esperaba (algunos altermundistas de Attac). La razón en ambos casos es la misma: en la medida en que Arnaud Montebourg la convierte en voz de orden de la campaña de las “primarias” del Partido Socialista en relación con la designación de su candidato para el Elíseo, el tema de la desmundialización queda confinado a los debates de la izquierda crítica para instalarse en el panorama electoral y adquirir una legitimidad y una “respetabilidad” política que supera el círculo de los convencidos.
Uno podría preguntarse si no es esa la razón por la cual, en una publicación del 6 de junio de 2011 del sitio de Mediapart titulada “Desmundialización y altermundismo son dos proyectos antagónicos”, nueve miembros del Consejo Científico de Attac – es decir las principales figuras de la dirección de la asociación han creído poder afirmar en tono polémico y sentencioso que la “desmundialización” es “un concepto superficial y simplista” Sin dudar, de paso, en poner en escena el torpe -y escandaloso– artificio de una pretendida convergencia con las tesis del Frente Nacional.
Sin nombrarlos ni citarlos se apoyan, travistiéndolos, en las tesis de Jacques Sapir, Arnaud Montebourg y Emmanuel Todd. Lo que les valió la réplica de un nuevo interlocutor Fréderic Lordon: uno en el blog de Le Monde diplomatique “Quién tiene miedo a la desmundialización” (4) ; el otro en el número de agosto de 2011 del semanario “La démondialisation et ses ennemis”
Detrás de una palabra, una orientación estratégica
Contrariamente a lo que afirman los dirigentes de Attac, altermundialismo y desmundialización no son conceptos antagónicos, sino que pertenecen a la misma familia. En el primer caso se trata de un haz de reivindicaciones y de diferentes propuestas (debido a la heterogeneidad de los protagonistas) y cuyo principal denominador común, como si puede reconstituir desde afuera es el imperativo del acceso universal a los derechos (5) .
La desmundialización es una orientación estratégica que tiende tanto mediante acciones políticas (elecciones, instituciones y gobiernos) como ciudadanas (luchas de los movimientos sociales especialmente) a recuperar concretamente la esfera económica y financiera que las instancias políticas les ha entregado deliberadamente y que son la causa de la actual crisis sistémica del capitalismo. Sin esa orientación prácticamente ninguna de las propuestas altermundistas tiene posibilidades de lograr éxito.
El objetivo de la desmundialización puede formularse muy simplemente, pero de otro modo sería difícil de alcanzar: tender a que el entorno de la toma de decisiones democráticas coincida lo más posible con la capacidad de regular los flujos económicos y financieros. Lo que plantea el tema de la instancia del espacio nacional.
Lo nacional: una palanca y no un “repliegue”
Aunque sea necesario establecer objetivos convergentes para las movilizaciones sociales a escala regional (europea en el caso de los europeos) y mundial, ese escenario por ahora solo es nacional. Es necesario disponer de todas las potencialidades aprovechando las fallas y las debilidades del adversario. Y eso sin dejarse impresionar por las denuncias de “unilateralismo” trivial de una parte de la extrema izquierda y del movimiento altermundialista y que remite todo cambio en Francia a las calendas europeas o mundiales, es decir a un futuro que se sabe que no llegará. Después de todo el 29 de mayo de 2005, los ciudadanos franceses no esperaron para votar “no” a que lo hicieran los demás.
Todas las experiencias de rupturas concretadas en estos últimos años han demostrado que no es en los niveles mundiales o regionales, sino a nivel nacional, como ha sido posible alcanzar algunos cambios y aún lograr algunas victorias. Ya sea por el accionar de los gobiernos apoyados por los movimientos sociales (como en América latina) o por la presión sobre los Estados de los movimientos populares capaces de movilizar a los pueblos (como en el mundo árabe).
Los tres motores de la mundialización liberal, promovidos igualmente por los tratados europeos como estatuto de “libertades fundamentales” son la libertad de circulación de capitales, la libre inversión y el libre comercio de bienes y de mercancías. Y esto no solamente en la UE sino también entre la UE y el resto del mundo. Esos son los tres motores que es necesario atrapar y someter al control democrático.
El neoliberalismo ha definido el territorio de sus intervenciones: todo el planeta, sin fronteras de ningún tipo. Lo importante es saber si para combatirlo debemos ubicarnos en el mismo terreno o si es necesario elegir otros y en lugar de una guerra de trincheras a nivel mundial, desarrollar una guerra en movimiento, como una guerrilla en los primeros escalones. Todo depende de la relación de fuerzas.
Precisamente para ganar ventaja se crearon las organizaciones multilaterales como el Banco Mundial, el FMI, la OMC, la OCDE, así como las demás instituciones Europeas y sin olvidar al G-7,G-8 o G-20. Saben que no tienen estrictamente nada que temer de una eventual confrontación con sus adversarios en ese nivel. Pueden hasta darse el lujo de “dialogar” públicamente con ellos como lo hicieron algunos de sus miembros en oportunidad de la teleconferencia debate “Porto alegre contra Davos” que se organizara
en el primer Foro social mundial de 2001 y en la que participó personalmente el megaespeculador George Soros.
En cambio los “habitués” de Davos no se arriesgarían a algo similar a nivel “regional” por ejemplo, europeo, ¿sería imaginable un diálogo televisado entre Carlos Ghosn y el comité de la empresa europea Renault? Y menos aún a nivel nacional, es decir allí donde la capacidad militante puede ser realmente movilizada (6) Las fuerzas del capital comprendieron perfectamente que una compulsa social en un Foro mundial perdería rápidamente su fuerza a medida que se fuera alejando de su “epicentro” para haber desaparecido prácticamente al llegar al nivel nacional.
La experiencia nos enseña inversamente que las luchas sociales y políticas en un determinado país pueden producir contagio en otros y así regionalizarse e internacionalizarse. Es lo que han demotrado las sublevaciones árabes, partiendo de la situación tunecina y las manifestaciones en masa contra las desigualdades en Israel directamente inspiradas en los indignados de la Puerta del Sol -y la rueda se cierra- réplica de las ocupaciones de las plazas públicas en Túnez y el Cairo…
Lo “nacional” no es de ningún modo un sustituto de lo “internacional” o de lo “europeo”. Lejos de constituir un “repliegue” es por el contrario una condición previa de una estrategia del débil contra el fuerte. No se comprende que tales evidencias avaladas por los hechos, escapen a la comprensión de los “anti-desmundializacion” que plantea la izquierda crítica, especialmente en una parte del altermundialismo-
La desmundialización no es un concepto rígido, sino dinámico, y se puede traducir en una serie de medidas políticas prácticas, tales como, entre otras, las propuestas de los autores anteriormente citados (7) y que no se limitan a la necesidad de un proteccionismo europeo. Su “combustible” es la exigencia democrática de recuperar la soberanía popular en el espacio en que pueda ejercerse realmente para regular los flujos económicos y financieros.
En teoría son posibles dos soluciones extremas: o bien “renacionalizar” los flujos para que respondan a una voluntad política nacional expresada a través del sufragio universal –cuando existe– o ampliar a todo el planeta el espacio público democrático con objeto de realizar un control efectivo sobre los ya mundializados. Se ve que ninguna de estas dos posiciones es íntegramente sustentable. Por un lado, existen efectivamente una cantidad de dominios –no solo el de la lucha contra el cambio climático– que por naturaleza exceden los límites fronterizos y por el otro un gobierno mundial con todas las competencias de un ejecutivo nacional del presente que no resulta previsible en un tiempo histórico demasiado próximo. Se trata por lo tanto de jugar dentro del marco de las soluciones extremas e intermedias.
Las soluciones intermedias pueden adoptar dos formas. Se puede construir lo internacional a partir de los Estados constituidos, es decir ir poniendo gradualmente en común fragmentos de soberanías nacionales que formen parte de temas libremente delegados y decididos, limitados, controlados, y revocables en condiciones previamente acordadas.
El otro término alternativo, consiste en hacer evolucionar a los cuadros estatales para incluir mayores conjuntos de soberanía popular. Es necesario no confundir esta idea con
la de los agrupamientos regionales basados en el libre comercio y la “competencia libre y no falseada”. Lo que hace la diferencia es la existencia o no de mecanismos de regulación política con bases democráticas que hagan contrapeso al mercado.
La Unión europea (UE), que teóricamente habría podido entrar en esta categoría, al contrario es un agente activo de de la mundialización neoliberal, una verdadera máquina de liberalizar. Por lo tanto un terreno muy extenso para una contraofensiva desmundializadora.
Una “Grenelle”(8) de la UE para hacer saltar el cerrojo europeo
En la medida en que las decisiones europeas sobresalen y enmarcan todas las demás y que el 57% de los textos que nos gobiernan no son más que actos legislativos decididos por instancias de la Unión, la cuestión europea se sitúa en primera línea en todo proceso de desmundialización.
En la perspectiva de las próximas elecciones presidenciales y legislativas francesas, el ciudadano debe saber que márgenes de acción se darán tal o cual partido para poner en marcha un verdadero programa de transformación social, incompatible por lo tanto con el tratado de Lisboa.
En el caso de que las instituciones europeas establezcan un cerrojo, ¿estarán o no dispuestas a tomar decisiones unilaterales de ruptura (9) o por lo menos a amenazar con tomarlas en plazos próximos y previamente anunciados con el objeto de obligar a una negociación? La reacción que habría de esperar de la Comisión y de la Corte de Justicia y de la mayor parte de los dirigentes europeos podría ser rápidamente contrarrestada y aún ir más allá mediante la vinculación de numerosos movimientos sociales de otros países que presionarían a la vez sobre sus gobiernos.
Lo que convierte a la UE en agente activo de la mundialización liberal debería ponerse sobre el tapete: libertad de circulación de capitales; libre comercio; pertenencia a la zona euro, planes de “rescate”; poderes de la Comisión y de la Corte de Justicia de Luxemburgo; estatuto del Banco Central europeo; dumping social, fiscal y ecológico: primacía de la competencia, etc. Para tratar de concretar una especie de “Grenelle” (versión 1968) a nivel europeo.
Se objetará no sin razón que eso haría entrar a la UE en una zona de turbulencias sin precedentes y que los resultados no estarían garantizados de antemano. Lo que por el contrario puede garantizarse con anticipación es que si la trayectoria de la construcción europea no da un giro de 180 grados la austeridad será perpetua, así como la explosión de las desigualdades y de la precariedad, el desguace del tejido social, el empuje de la extrema derecha y la xenofobia.
Los liberales no son sensibles a este tema, ya han hecho su elección y su única obsesión es el temor a mayores turbulencias sociales. Por pusilanimidad, por confusión mental entre nación y nacionalismo y por europeísmo beato, la mayor parte de la izquierda socialdemócrata y una parte de la izquierda crítica parecen partidarias de hacer lo mismo, pero por defecto. Están liberando de este modo un amplio espacio para las fuerzas que rechazan verse atrapadas en la trampa de una alternancia posible.
(Este texto fue redactado sobre la base de intervenciones, artículos y obras anteriores. En especial mi conclusión en Manière de voir nº 32, noviembre de 1866); una comunicación al coloquio M’PEP “ Qué hacer con la Unión europea” de junio de 2011 y un artículo publicado en Politis del 7 de julio 2011)
NOTAS
[1] http://www.remue-meninges-a-gauche.fr/index.html
[2] http://www.medelu.org/spip.php?article7
[3] http://www.medelu.org/spip.php?article688&var_recherche=démondialisation
[4] http://blog.mondediplo.net/2011-06-13-Qui-a-peur-de-la-demondialisation
[5] Leer sobre este tema un obra muy documentada de Gustave Massiah, Une stratégie altermondialiste, La Découverte, Paris, 2011.
[6] Paradójicamente, el altermundismo se fortalece defendiendo este planteamiento. Existe una presencia “supranacional” muy importante, en parte gracias a los medios. Su presencia en Europa (al margen de la red Attac Europa), es marginal como lo atestigua la declinación de los Foros sociales europeos y el hecho de que los movimientos de los indignados se desarrollan al margen de él. Y no hablemos del nivel nacional: sobre el total francés, en enero de 2008, a lo sumo entre 3.000 y 4.000 personas participaron en la Jornada mundial de movilización y de acción convocada por el Consejo Internacional del FSM. El año anterior José Bové, figura emblemática del movimiento alter, había logrado el 1,32% de los votos en la elección presidencial…
[7] En lo inmediato y esperando una futura síntesis crítica de las diferentes propuestas remitimos al lector a los textos de esos autores como también al libro de Jeann-Luc melenchon “Qu’ils s’en aillent tous”. El candidato del Frente de Izquierda en las elecciones presidenciales no emplea la palabra “desmundialización” pero ciertamente sus propuestas se inscriben en esta misma lógica.
[8] Grenelle (N. de T.) Los acuerdos de Grenelle se negociaron en plena crisis de mayo de 1968 entre el gobierno de Pompidou, los sindicatos y las organizaciones patronales. Sin embargo nunca se firmaron y se referían esencialmente a un aumento del 35% en los salarios mínimos interprofesionales y la creación de sindicatos de empresa.
(9) Invocando particularmente el “compromiso de Luxemburgo” de enero de 1966 impuesto por el General De Gaulle a sus socios de los Seis de esa época llamado también la política de la “silla vacía”, recordamos los dominios comunitarios regidos por el procedimiento de mayoría calificada (tal el caso del mercado interno, liberalizaciones de todo tipo en consecuencia) como regla de unanimidad. Lo que significa el derecho a veto

miércoles, 7 de septiembre de 2011

La verdadera guerra comienza ahora

Portada :: África :: Agresión militar en Libia
07-09-2011





Pepe Escobar
Asia Times Online


Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens




Basta de hablar de la caída del Gran G. Ahora llega lo fundamental: Afganistán 2.0, Iraq 2.0, o una mezcla de ambos.

Los “rebeldes de la OTAN” siempre han asegurado que no quieren ocupación extranjera. Pero la OTAN –que posibilitó la victoria– no puede controlar Libia sin tropas sobre el terreno. Por lo tanto, en la central de la OTAN en Mons, Bélgica, juegan con múltiples escenarios, bajo una cobertura de terciopelo de las Naciones Unidas.

Según los planes que ya se han filtrado, podrá haber tarde o temprano soldados de las monarquías del Golfo Pérsico y de aliados amistosos como Jordania y especialmente Turquía, miembro de la OTAN, también muy ansiosa de obtener grandes contratos comerciales. Casi ninguna nación africana formará parte del asunto, ahora se ha "reubicado" a Libia en Arabia.

El Consejo Nacional de Transición (CNT) estará de acuerdo –o lo obligarán a estar de acuerdo– si Libia cae, o cuando caiga, en el caos. A pesar de eso será extremadamente difícil que le acepten, mientras las extremadamente dispares facciones de los “rebeldes de la OTAN” consolidan frenéticamente sus feudos, y se preparan para volverse unas contra otras.

No existe evidencia hasta ahora de que el CNT –fuera de arrodillarse ante el altar de las naciones miembros de la OTAN– tenga la menor idea de cómo administrar un paisaje político complejo en Libia.

Cañones sin rosas

En Libia todos están ahora virtualmente armados hasta los dientes. La economía está paralizada. Ya ha comenzado una obscena disputa encarnizada por quién controlará los miles de millones de dólares descongelados de Libia.

La tribu Obeidi está furiosa con el CNT porque no ha habido ninguna investigación sobre el asesinato del comandante del ejército rebelde Abdul Fattah Younis el 29 de julio. Los miembros de la tribu ya han amenazado con tomarse la justicia por su mano.

El principal sospechoso del asesinato es la brigada Abu Ubaidah bin Jarrah, una milicia fundamentalista islámica de la línea dura que rechaza la intervención de la OTAN y se niega a combatir bajo el CNT, calificando tanto al CNT como a la OTAN de “infieles”.

Luego existe la pregunta empapada en petróleo: ¿Cuándo organizará la nebulosa del Grupo de Combate Islámico de Libia (LIFG, por sus siglas en inglés) su propio golpe para eliminar al CNT?

En todo Trípoli hay ecos gráficos del infierno de las milicias en Iraq. El ex recurso de la CIA y ex detenido de la “guerra contra el terror”, general Abdelhakim Belhaj –surgido del círculo Derna, la zona cero del fundamentalismo islámico en Libia– es el líder del nuevo Consejo Militar Trípoli.

Ya han sido lanzadas acusaciones por parte de otras milicias de que debe irse ya que no combatió por la “liberación” de Trípoli, lo quiera o no el CNT. Eso significa esencialmente que la nebulosa LIFG-al-Qaida combatirá tarde o temprano en una parte de la futura guerra de guerrillas, contra el CNT, otras milicias, o ambos.

En Trípoli, los rebeldes de Zintan, en las montañas occidentales, controlan el aeropuerto. El banco central, el puerto de Trípoli y la oficina del primer ministro están controlados por rebeldes de Misrata. Bereberes de la ciudad montañosa de Yafran controlan la plaza central de Trípoli, pintada ahora con espray “Revolucionarios de Yafran”. Todos estos territorios están claramente identificados como advertencia.

Mientras el CNT, como unidad política, ya se comporta como un gobierno en las últimas; y mientras las milicias simplemente no desaparecen, cuesta también imaginar Libia como un nuevo Líbano; la guerra en el Líbano comenzó cuando los vecindarios de Beirut se repartieron entre suníes, chiíes, maronitas cristianos, nasseristas y drusos.

La libanización de Libia, además, incluye la letal tentación islámica, que se propaga como un virus por toda la Primavera Árabe.

Por lo menos 600 salafistas que combatieron en la resistencia suní iraquí contra EE.UU. fueron liberados de la prisión Abu Salim por los rebeldes. Es fácil imaginarlos aprovechando el saqueo generalizado de Kalashnikovs y de misiles antiaéreos soviéticos Sam-7 lanzados desde el hombro para reforzar su propia milicia islamista de la línea dura siguiendo sus propios planes, su propia guerra de guerrilla.

Bienvenidos a nuestra ‘democracia’ racista

La Unión Africana (UA) no reconocerá al CNT; de hecho, acusa a los rebeldes de la OTAN de asesinatos indiscriminados de africanos negros, considerados todos como “mercenarios”.

Según Jean Ping de la UA: “… El CNT parece confundir a negros con mercenarios… [Parece pensar] que todos los negros son mercenarios. Si se hace algo semejante significa que un tercio de la población de Libia, que es negra, también son mercenarios.”

El pequeño puerto de Sayad, a 24 kilómetros al oeste de Trípoli, se ha convertido en un campo de refugiados africanos negros aterrorizados por la “Libia libre”. Médicos sin Fronteras descubrió la existencia del campo el 27 de agosto. Los refugiados dicen que desde febrero comenzaron a ser expulsados por los propietarios de los negocios en los que trabajaban, acusados de mercenarios, y que los están acosando desde entonces.

Según la mitología rebelde, el régimen de Gadafi estaba protegido esencialmente por murtazaka (“mercenarios”). La realidad es que Gadafi empleó un contingente de combatientes africanos negros, de Chad, Sudán y tuaregs de Níger y Mali. La mayoría de los africanos negros sub-saharianos de Libia son trabajadores emigrantes con trabajos legales.

Para ver por dónde van las cosas, hay que mirar al desierto. El inmenso desierto del sur de Libia no fue conquistado por la OTAN. El CNT virtualmente no tiene ningún acceso a todo el agua de Libia ni a gran parte del petróleo.

Gadafi tiene la posibilidad de “operar en el desierto”, de negociar con una serie de tribus, de comprar o consolidar su lealtad y organizar una continua guerra de guerrilla.

Argelia está involucrada en una cruenta lucha contra al-Qaida en el Magreb. La vasta y permeable frontera de 1.000 kilómetros de Argelia con Libia, sigue abierta. A Gadafi le resultaría fácil basar sus guerrillas en el desierto meridional con un refugio en Argelia, o incluso en Níger. El CNT ya está aterrorizado ante esta posibilidad.

La operación “humanitaria” de la OTAN ha lanzado por lo menos 30.000 bombas sobre Libia durante los últimos meses. Es seguro decir que muchos miles de libios han muerto en los bombardeos, los cuales no se detienen; pronto la OTAN puede atacar a algunos –civiles o no– a quienes en teoría estaba “protegiendo” hasta hace pocos días.

El Gran G derrotado puede resultar mucho más peligroso que un Gran G en el poder. La verdadera guerra comienza ahora. Será infinitamente más dramática y trágica. Porque ahora será una guerra darwiniana, norteafricana, de todos contra todos

miércoles, 29 de junio de 2011

GRECIA; PATAKOS A ECONOMÍA









En la Hélade de filósofos, artistas plásticos y geniales arquitectos, nunca faltaron militares ilustres desde Temístokles a Epaminondas, desde Leónidas de Esparta al genio de Alejandro.
Mucho después y en una Hélade menos poética aparecieron los generales bizantinos, llamados ESTRATEGAS que gobernaban provincias en ambientes de servilismo y corrupción y luchaban con más mala que buena fortuna contra persas árabes y otomanos. Y mucho más tarde vino la primavera de 1967 en la que el abuelo del actual primer ministro también llamado ANDREAS PAPANDREU y del socialista PASOK, era derribado de su puesto por unos militares de poca leyenda pero con la suficiente fuerza para mantener hasta noviembre de 1973 una dictadura que moría tristemente cuando se acababa de estrenar la del general PINOCHET en Chile. Al frente del pronunciamiento o cuartelazo se hallaba un desconocido coronel llamado PATAKOS, amante del griego más puro y de la religión ortodoxa y, eso sí, muy de la OTAN y liberal muy liberal en eso de la economía.
Poco se ha sabido de ese oficial tras la caída de eso que denominaron LOS CORONELES que fueron duros y represivos hasta que resultaron algo embarazosos para la Europa que entonces era la del MERCADO COMÚN...


En este verano de 2011 los SABIOS DE LO ECONÓMICO discuten, en inglés no en griego, por supuesto, que hay que hacer CON O DE GRECIA .Buscan afanosamente a algún heleno liberal de esos que hay, y bastantes, en los FMI y similares para nombrarlo Ministro de Economía en Atenas de modo que su desgraciado pueblo pague las consecuencias de la incompetencia y la codicia de ese areópago de charlatanes, que tal vez son más necios que corruptos y más soberbios que avaros.
Pero vayamos al grano ¿Qué ha sido del coronel PATAKOS?, ¿VIVE AÚN? En caso afirmativo el entuerto helénico está solucionado. Se establece un gobierno o triunvirato de eminencias grises a las órdenes del coronel de coroneles con el asesoramiento del griego listo de una institución económica internacional. PATAKOS como en 1967 declara el estado de excepción, de guerra, de sitio y sacará una vez más los tanques a la complicada PLAZA SYNTAGMA. El tecnócrata liberal dictará su doctrina que el brazo armado impondrá y la calle quedará tranquila , se disparará con fuego real cuando sea preciso. Con estas medidas ya está hecho el gran rescate, Tal vez en la siempre prudente Bruselas, alguien dirá con la boca pequeña, que eso de ATENAS resulta algo chirriante para la UNIÓN EUROPEA DEL SIGLO XXI pero, en fin todo es un ASUTO INTERNO y los visos de la economía van siendo muy pero muy esperanzadores EN OCTUBRE PATAKOS SERÁ INVITADO A ALGUNA DE ESAS CUMBRES y de ese modo quedará homologado. Nada se sabe de cómo accedió al poder pero ¿qué paso en Honduras? Todos lo han olvidado y en lo de Grecia será lo mismo .Están perdiendo mucho tiempo, la economía griega y, como no, la europea requiere medidas urgentes, la espada y la caja fuete resplandecen por igual. Es una solución claro queda, si vive Patakos.
José Ramón Montes, Geógrafo Urbanista, Madrid

miércoles, 22 de junio de 2011

Insolidaridad y crisis de la UE

JOSÉ MANUEL NAREDO

Economista y estadístico

Diario Público 22/06/2011

Tras tanto hablar de la cohesión social para afirmar que el proyecto de la UE trascendía de la mera unión mercantil originaria, la crisis ha venido a aclarar sin tapujos que es la Europa del capital, y no la de los ciudadanos, la que prima en la toma de decisiones. Los recientes movimientos de protesta vienen a recordar las promesas violadas de esa Europa unida y solidaria a la que hacía mención el Tratado de Lisboa.
Para contentar a la mayoría, se presentó la adhesión a la UE de los países hoy llamados “periféricos” como la entrada en un club de ricos que, guiado por el objetivo de la
cohesión social, iría construyendo un espacio cada vez más homogéneo en derechos, retribuciones y prestaciones sociales. Sin embargo, al cebarse precisamente en los “países periféricos” las agresiones a las retribuciones, derechos y prestaciones sociales de los trabajadores, practicadas al calor de la crisis, se hundió el sueño de esa Europa de ciudadanos libres e iguales, llamados a participar en instituciones que, se suponía, irían reforzando la unidad política y la cohesión social en un espacio heterogéneo.
Por ejemplo, según las estadísticas de la UE, el coste laboral por hora de trabajo en Rumanía era antes de la crisis sólo el 15% de la media de los 27 y el gasto social y las pensiones per cápita apenas alcanzaban a ser el 4 y 5% de la media comunitaria; pese a ello, se han acordado drásticos recortes en aras de una supuesta mejora de la competitividad. Lo mismo ha ocurrido en Grecia, Portugal y España. Cuando en nuestro país el coste laboral por hora de trabajo, el gasto social y las pensiones a duras penas llegan a ser la mitad que en Alemania y se sitúan bien por debajo de la media de la UE de los 27, se vienen imponiendo más y más recortes en retribuciones, cotizaciones y derechos sociales. Es vergonzoso que se juegue a salvar la UE hundiéndola como proyecto socio-político, pues ya no se habla de igualar por arriba, ni siquiera de igualar por abajo, sino de degradar más y más la precaria situación de los de abajo, ampliando la grave polarización social del espacio europeo, a la vez que se corre un tupido velo sobre los factores que de verdad sesgan la productividad y los ingresos a favor de los ricos.

lunes, 16 de mayo de 2011

La creciente impopularidad de la Unión Europea

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Vicenç Navarro

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La Unión Europea tiene un problema grave. Están surgiendo movimientos populares anti Unión Europea (UE) en casi todos los países miembros de tal entidad político-administrativa. Es cierto que la UE nunca fue un concepto popular. En realidad, surgió de unas élites que querían establecer un mercado común para el cual se necesitaba una moneda, el euro, que pasó a sustituir a las monedas nacionales de la mayoría de países de la UE. Sólo en el Sur de Europa aquellos países que habían sufrido (España, Grecia y Portugal) dictaduras fascistas o fascistoides, la UE generó cierta ilusión, pues Europa representaba para la población de estos países la esperanza de salir de las odiadas dictaduras y alcanzar el sueño democrático que asumían era común en el resto de Europa. Incluso hoy, la UE es el sueño de ciertos movimientos secesionistas, como el movimiento independentista catalán, que ve en Europa la manera de independizarse del estado español. Pero, por lo demás, la UE nunca fue muy popular y ahora está siendo considerablemente cuestionada por amplios sectores de las clases populares. ¿Por qué?

La explicación cultural identitaria

Una de las explicaciones que se dan con más frecuencia a este hecho es la explicación cultural identitaria que explica este distanciamiento (asumiendo erróneamente que hubo anteriormente un acercamiento) de Europa, como consecuencia de la desagregación de una identidad común –la europea- que ha ido diluyéndose con los movimientos migratorios que han sido una característica del establecimiento de tal entidad. Ni que decir tiene que las migraciones que han tenido lugar entre países de la UE y entre la UE y los países subdesarrollados (y, muy en particular, del mundo islámico) han acentuado unas tensiones sociales que han reavivado el sentido de pertenencia e identidad, al ser considerada esta inmigración una amenaza a la identidad nacional, atribuyendo la inmigración al establecimiento de la UE, con su compromiso con la movilidad de personal dentro de la UE.
Esta explicación cultural-identitaria, sin embargo, es claramente insuficiente, pues evita la pregunta de por qué este rechazo ocurre ahora y no antes. Tal explicación tampoco contesta por qué se identifica inmigración con el establecimiento de la UE. En realidad, y tal como ha señalado Goran Therborn –uno de los analistas más agudos de la realidad europea-. Europa ha sido un continente basado en la inmigración, con mayor variedad étnica incluso que EE.UU., el país considerado por excelencia como el basado en inmigración. La inmigración, per se, pues, no es la mayor causa del rechazo a la UE por amplios sectores de las clases populares. Para entender tal rechazo tenemos que recuperar categorías analíticas que han caído en desuso, tales como clases sociales, poder de clase y lucha de clases, categorías utilizadas por las dos tradiciones existentes en las ciencias sociales occidentales, tanto la marxista, como la weberiana, categorías prácticamente desaparecidas en los análisis actuales. Cuando analizamos la UE desde este prisma analítico (de las ciencias sociales tradicionales) podemos ver que la construcción de la UE se ha hecho en beneficio primordialmente del capital (y, muy en especial, del capital financiero) y a costa del mundo del trabajo. Los datos son claros y contundentes. Veámoslos.

¿Qué ha estado ocurriendo en la Unión Europea?

Desde que la Unión Europea y su Eurozona se establecieron hemos visto los siguientes hechos:

1. En cada país de la UE (y todavía más en cada país de la Eurozona), las rentas del trabajo, como porcentaje de la renta total del país, ha ido descendiendo (pasando de representar como promedio de la UE-15 un 68% de las rentas nacionales, a un 56%) mientras que las rentas del capital (y muy en especial las rentas del capital financiero) han aumentado.

2. El desempleo ha aumentado en la mayoría de países de la UE, cuyo promedio ha pasado a ser más alto en la UE que en EEUU, revirtiendo una situación anterior (1950-1980) en la que el desempleo había sido menor en Europa que en EEUU.

3. Las condiciones de trabajo han empeorado, con aumento del porcentaje de trabajadores que indican estar estresados en el trabajo, habiendo alcanzado en 2009 la cifra del 52% del total de la población laboral en el promedio de la UE-15. También y relacionado con ello, la incidencia y prevalencia de enfermedades laborales relacionadas con el estrés ha aumentado notablemente.

4. La tasa de crecimiento del gasto público en transferencias y servicios públicos del estado del bienestar ha ido disminuyendo mientras que las tasas de crecimiento de las necesidades ha ido aumentando.

5. Los derechos laborales y sociales han ido reduciéndose.

Es lógico, por lo tanto, que la UE esté creando mayor rechazo entre amplios sectores de las clases populares. La inmigración sólo acentúa lo que existe ya en aquellos países: el deterioro del bienestar social y calidad de vida de la clase trabajadora y otros sectores de las clases populares. En realidad, la inmigración se ha utilizado por el mundo empresarial para abaratar el precio del trabajo y permitir el deterioro de las condiciones de trabajo. La negación de este hecho –verificable por la información empírica existente- por parte de sectores de las izquierdas ha contribuido a su pérdida de popularidad entre tales clases populares. En realidad, el enorme declive de la socialdemocracia en la UE se debe a ser percibida por estas clases populares como protagonista en la construcción de tal UE. No sólo los partidos socialdemócratas gobernantes en la UE, sino también la gobernanza de la UE (en la cual personajes de la socialdemocracia, como los Comisarios de Economía Asuntos Económicos y Monetarios, Pedro Solbes y Joaquín Almunia) han jugado un papel clave en el desarrollo de la UE y de sus políticas.

La crisis actual y cómo la UE intenta salir de ella

Esta realidad discriminatoria en contra del mundo del trabajo y a favor del capital se ha acentuado todavía más en la manera como se desea salir de la crisis. Las mismas fuerzas financieras, económicas y políticas (e incluso los mismos personajes) que nos llevaron a la crisis están ahora intentando salir de ella en términos muy favorables al capital y desfavorables al mundo del trabajo. Veamos los datos.

El país que ha sufrido mayor colapso de su economía en Europa ha sido Letonia, el cual ha sido forzado a hacer cambios sumamente favorables a las rentas del capital y muy perjudiciales al mundo del trabajo como condición de su entrada a la UE y a la Eurozona. Tales cambios impuestos por la UE y por el Comisario de Economía y Asuntos Monetarios de la UE, entonces Joaquín Almunia (personaje importante en el socialismo español), incluyó un recorte del 30% del salario de los empleados públicos, un descenso del 20% del gasto público, una bajada de salarios en todos los sectores de la economía (con el argumento de hacer la economía más competitiva), y otros cambios que crearon una disminución (en 2008-2009) de nada menos de un 25% de su PIB como consecuencia. Se calcula que las clases populares no alcanzarán el nivel de vida que tenían en 2007 hasta 2016, imponiendo así diez años de enormes sacrificios. Los recortes en sanidad, educación, seguridad social y empleo público han sido enormes, desmantelando el estado del bienestar.

Grecia ha sido también un país en que las políticas de austeridad están creando una gran movilización popular (que apenas sale en los medios) que han alarmado a la burguesía griega (cómplice con la UE en el desarrollo de tales políticas), pues cuentan con la simpatía de los agentes del orden, tales como la policía que se ha opuesto a reprimir tal agitación social. El futuro de Grecia es un interrogante.
En Irlanda, la política de austeridad ha forzado una movilización popular contra la clase política. Nunca antes había tenido Irlanda un rechazo tan marcado (y merecido) hacia su clase política. En Portugal, el capital financiero (incluyendo la banca portuguesa) forzaron un “rescate” de una enorme austeridad, que está dañando el estado del bienestar y estándar de vida de la mayoría de la población.

Y en España, como ocurrió antes en Alemania con el gobierno socialdemócrata presidido por el canciller Schroeder, el gobierno Zapatero es uno de los gobiernos más impopulares que hayan existido en España durante la democracia, resultado de las políticas de austeridad de su gobierno.

Un fantasma se extiende en la UE

Aunque estos países son los casos más extremos, la realidad es que un fantasma recorre Europa y es el enfado hacia esta Europa que no es la Europa de los pueblos, sino la Europa del capital. Frente a esta Europa del capital, hay que establecer la Europa de los pueblos, con la alianza de las clases populares. Es importante para toda la UE, por ejemplo, que la clase trabajadora alemana recupere los salarios que le permiten su elevada productividad, a fin de que el consumo (y no sólo las exportaciones) contribuyan a reavivar la demanda doméstica a nivel europeo. Y es importante para el trabajador finlandés que se alíe con el trabajador español para que la burguesía, pequeña burguesía y clases medias de rentas altas en España paguen impuestos que hoy no pagan. Escribía un ciudadano finlandés en una carta al Financial Times que “mientras los finlandeses pagamos diligentemente los impuestos, ya que la honestidad es considerada un pilar de la sociedad, me resulta difícil ver como los euros de mis impuestos se gastan en apoyar a países que han mentido sobre su economías (Grecia) y en los que la evasión fiscal es un hobby nacional (España)”. Y el ciudadano finlandés llevaba parte de razón, aunque hay que añadir dos matices importantes.

Uno es que el trabajador español paga impuestos a niveles semejantes al trabajador finlandés. Ligeramente inferiores, pero no muy diferentes. El trabajador mejor pagado, el trabajador de la manufacturera en España ya paga alrededor del 72% de los impuestos que paga su homólogo en Finlandia. Es el mundo empresarial y financiero y las rentas superiores en España, las que pagan mucho menos que sus homólogos en Finlandia. Un rico en España paga en impuestos sólo un 23% de lo que paga un rico en Finlandia.
La segunda clarificación es que la supuesta ayuda finlandesa a España, en caso de “rescate”, no iría al trabajador español, sino a la banca española y extranjera, predominantemente alemana y francesa, que es la que recibiría el dinero que el Estado español obtendría para pagar la deuda. Y esto es importante. El trabajador finlandés y trabajador el español (y el trabajador griego, entre otros) tienen muchos intereses en común. Todos ellos desean que las rentas superiores, la banca y las grandes empresas, tanto en Finlandia como en España, paguen sus impuestos. Y que su dinero vaya a ayudar a las personas que lo necesitan y no a los bancos. Seguro que si se les pidiera su opinión a las clases populares de Finlandia y de España (y de la mayoría de países en la UE) sobre este tema, respondería afirmativamente y estarían de acuerdo. De ahí que el reto de las fuerzas progresistas en la UE sea mostrar los elementos e intereses que tienen en común los distintos pueblos y naciones existentes en este continente. Y construir sobre estos intereses una Europa del mundo del trabajo distinta a la que se está construyendo a beneficio del capital. Muchas propuestas se han hecho en esta dirección. (Ver mi artículo “El fracaso del neoliberalismo en el mundo y en la UE” en http://www.vnavarro.org/).

Sé que una respuesta inmediata a esta proposición es desmerecerla como utópica, mostrando y defendiendo la situación actual como la única posible. Y ahí está precisamente el poder del establishment europeo tanto el financiero como el mediático y el político: han eliminado cualquier posibilidad de crear una alternativa. Pero que sea o no una alternativa dependerá de la movilización social. Y lo que hoy estamos viendo es una agitación social no vista desde los años sesenta, agitación que está ocurriendo a lo largo de este continente. La historia no ha terminado. El futuro de las izquierdas europeas es facilitar tales movilizaciones de protesta en contra de esta Europa, con el fin de crear una alternativa.

Vicenç Navarro, Catedrático de Políticas Públicas de la Universidad Pompeu Fabra y Profesor de Public Policy. The Johns Hopkins University

Fuente: http://sistemadigital.es/News/ItemDetail.aspx?id=3096

lunes, 11 de abril de 2011

UN EJE TORCIDO



REICHSTAG BERLIN



UN EJE TORCIDO (Alfonso Egea de Haro)




La gestión de la crisis sigue provocando el desgaste de los partidos en el gobierno independientemente de la evolución de las economías nacionales. Incluso allí donde las cifras macroeconómicas son más favorables (Francia y Alemania), las elecciones cantonales y regionales del pasado fin de semana supusieron un nuevo varapalo electoral. Un desgaste ya visible durante el primer semestre de 2010, cuando las fuerzas de izquierda se impusieron de manera holgada en las elecciones regionales y la derrota de la coalición alemana CDU_FDP en Renania del Norte-Westfalia supuso la pérdida de su mayoría en la Cámara Alta.
Los resultados no parecen alterar el calendario previsto de elecciones presidenciales francesas en 2012 y federales alemanas en 2013, si bien muestran las dificultades de los partidos en el Gobierno de encontrar un mensaje que sea rentable a nivel interno y, a la vez, compatible con el liderazgo en Europa.
En ambos casos la competición partidista y la política de alianzas genera incentivos para desarrollar un discurso más nacionalista. En el caso de Francia el ascenso del ultraderechista Frente Nacional se está intentando neutralizar asumiendo precisamente partes de su discurso más populista. El resultado es la representación se Sarkozy como principal defensor de la economía francesa frente a las amenazas de la globalización. En Alemania, los malos resultados regionales y las dificultades para explicar que no son los ciudadanos alemanes los que están pagando el rescate de Europa dan mayor peso en el diseño de la estrategia al socio liberal de la coalición, el FDP y su defensa a ultranza del contribuyente alemán.
La mirada política es más local en ambos casos, alterando así el funcionamiento del eje franco-alemán en Europa. En este escenario, decisiones importantes se aplazan (como la ampliación de los fondos de rescate) o los desencuentros son más probables (a propósito, por ejemplo, de la decisión del gobierno alemán de establecer una moratoria nuclear o de la definición de una posición europea sobre la crisis de Libia). La pregunta sobre qué hacer si el eje franco-alemán no funciona vuelve a planear en el ambiente. Y es que hay elecciones que, aunque regionales, afectan a toda Europa.
Diario Público de Madrid, 4 de abril de 2011

jueves, 24 de febrero de 2011

¡SANTA INDIGNACIÓN!




STEPHANE HESSEL





Es momento de recordar dos gritos célebres que con la distancia histórica de siglo y medio salieron, como no podía ser menos, que de FRANCIA, el primero en el tiempo lo lanzó GUIZOT conocido historiador y destacado dirigente del liberalismo burgués moderado, aquel representante de las clases acomodadas del nuevo país de los negocios, proclamó desde la tribuna, sin miedos ni complejos, aquello de ¡ENRIQUECEOS! .
Ayer mismo, STEPHANE HESSLER en medio de estos tiempos financieros y económicos a ultranza, se atrevió a gritar a los 93 años desde París, ¡INDIGNAOS!, .A veces y, ojalá sean muchas, lo posterior mejora lo anterior.
IGNACIO RAMONET en ¡INDIGNAOS!, , traza un perfil de este hombre de edad tan avanzada, de vida intensa y valerosa, de compromiso al servicio de nobles causas y resulta que se trata de una personalidad que desde muy joven estuvo en lugares de primera fila como fue el de participar en 1948 en la preparación de uno de los Documentos más importantes del siglo XX como es la DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS solemnemente proclamados por la entonces reciente Organización de las Naciones Unidas.
Este diplomático de profesión que siempre defendió a los débiles y los marginados al pueblo palestino a los “sin papeles”, es el centro de la actualidad gracias a un libro o más bien un panfleto de 30 páginas que venciendo las censuras ha alcanzado en Francia vender 650000 ejemplares mediante el boca a boca y a las redes sociales. Habla en especial a los jóvenes y proclama la justicia de indignarse contra un sistema, en especial el económico, abusivo, inhumano y profundamente injusto que es capaz de poner en peligro la paz y hasta a la misma democracia .Tras este éxito inesperado y sorprendente, RAMONET piensa que tras ese, ¡INDIGNAOS! vendrá el necesario ¡SUBLEVAOS!.
CARLOS MARÍNEZ desde el Foro Social de Dakar EL FORO SOCIAL MUNDIAL, CONCLUSIONS PRECIPITADAS, Esta edición del Foro ha sido la proclamación del protagonismo mundial de África, de la historia de su descolonización y del reencuentro con los fundadores de su independencia como NASSER O LUMUMBA, del sentido práctico de las ideas debatidas. Otro rasgo esencial ha sido la presencia potente de las MUJER AFRICANA con su elegancia y su personalidad impregnando el ambiente, el nacimiento de un nuevo internacionalismo solidario y la unanimidad de la condena al capitalismo liberal que todo lo daña y lo contamina.
África y América Latina mostraron su cercanía y sus múltiples afinidades, el autor afirma que esos pueblos tienen creatividad y que tal creatividad es muy propia , Europa debe dejar de una vez su anticuada superioridad y eso de ayudar desde ”arriba ”. Las revoluciones de Túnez y de Egipto han sido la gran actualidad del Foro, los pueblos árabes de África han demostrado su capacidad y los pueblos negros de más al sur van a ser los siguientes en el avance .Los europeos deberíamos pensar en esta encrucijada si vamos a ser nosotros, los que necesitemos un día no lejano la ayuda de los africanos en muchos aspectos de la vida, en que se muestran más innovadores.
También este gran ENCUENTRO ha sacado a la luz la importancia de los sentimientos, de la afectividad, de la verdadera comunicación humana, a fin de cuentas si no aparece el sentimiento muchas cosas y muchos posicionamientos son meras vanidades sin sentido. Han existido fallos en el Foro y en su funcionamiento pero es muy superior el balance humano y cultural que se ha obtenido, el protagonismo de África es uno de los elementos más `predecibles del inmediato futuro del mundo.
VICENÇ NAVARRO.LUCHA DE CLASES BAJO OTRO NOMBRE.
Análisis de la ofensiva liberal conservadora que en estos momentos está dirigida por la canciller alemana ÁNGELA MERKEL. Este pensamiento pone su mayor acento en la búsqueda a toda costa de la competitividad y tal objetivo, según MERKEL se alcanza con la contención de los salarios esa es la clave en Alemania y en la eurozona. Pero resulta que el enorme crecimiento exportador de Alemania en poco se debe a la contención salarial, se debe al gran aumento de la demanda en los países importadores de productos alemanes .Estudios econométricos hechos en la propia Alemania demuestran el bajo impacto que la contención salarial tiene en los crecimientos exportadores. Los aumentos se deben a que Alemania, como también España, son naciones que exportan productos de calidad que incluyen buenas aportaciones de conocimiento técnico .La calidad de los productos influye según recientes estudios mucho más que los precios. Lo que ocurre es que se quiere aumentar muy considerablemente los beneficios empresariales esa es la clave y la finalidad de las políticas de contención salarial, no los precios para la tan mencionada competitividad.
CARLOS BERZOSA, ESPERANDO A KEYNES, QUE NO HA VENIDO. (Y NI SIQUIERA SE LE ESPERA .
Hubo un momento en plena crisis, en que se llegó a creer que esta gran perturbación se lo había llevado todo por delante, que al fin tras la GRAN RECESIÓN se terminó el festín liberal. Ante el cataclismo los gobiernos adoptaron de urgencia políticas keynesianas porque era necesario salvar el sistema financiero, salvar a los bancos que ahora hasta se atreven a ahogar a sus salvadores .Se ha salvado la banca con el dinero de los ciudadanos y estos deben pagar los platos rotos .Nada ha cambiado y ya se ha vuelto a las andadas.
El FMI ha emitido un informe demoledor sobre su incapacidad para pronosticar la crisis, fueron los tiempos de RODRIGO RATO como Director de esa institución internacional. Se ha hablado mucho de teorías pero autores como KRUGMAN o STIHLITZ no son escuchados. Aparecen libros en lo que siempre se cita a viejos clásicos desde SMITH hasta MAX y MAX WEBER pero parece que nada se ha avanzado en las ciencias sociales resulta que ahora se considera a MINSKY como el gran teórico de la crisis, ese autor falleció hace unos años casi olvidado y hoy todos le citan y su aportación consistió en afirmar que el capitalismo es imperfecto y que por su naturaleza siempre tendrá crisis precisamente por su imperfección. Pero lo de VOLVER A KEYNES fue una ilusión, ni siquiera se le espera.
JAMES PETRAS, SALVAR DICTADORES PARA SALVAR AL ESTADO; WASHINGTON SE ENFRENTA A LAS REVUELTAS ÁRABES.
Obama duda no se atreve a tomar decisiones claras, son muchos factores, los grupos de presión judíos que siempre apoyaron a MUBARAK, los miedos tradicionales, Estados Unidos puede y así lo muestra la Historia, financiar golpes de Estado como los de BATISTA O PINOCHET o sostener dictaduras familiares como la de los SOMOZA en Nicaragua, pero en un momento determinado puede dar la espalda a alguno de esos dictadores como fue el caso de TRUJILLO en la República Dominicana. A veces el dictador estorba con su presencia, la estrategia de Estados Unidos que en realidad tiene más intereses que estrategia. Llegado el momento Estados Unidos a la caída de los dictadores busca élites liberales moderadas que ya sin el dictador sigan protegiendo los intereses americanos en la región y al sistema económico.
A la caída de MUBARAK Estados Unidos sigue fiel a su Historia y busca dirigentes que tras unas elecciones hagan la función de mantener el Estado incluso con su aparato represivo. El fin último de Estados Unidos en cualquier país es evitar que la caída de los dictadores pase a ser una revolución social y lleve aparejado un cambio revolucionario de estrategia en el alineamiento internacional.
FEDERICO MAYOR ZARAGOZA, CAMBIO CLIMÁTICO, PROPUESTAS PARA MODIFICAR LA SITUACIÓN ACTUAL Y LAS TENDENCIAS.
La terrible carrera de armamentos que el autor creyó que iba a concluir con el final de la guerra fría, especulaciones financieras, transacciones sobre la propia contaminación, hambre y enfermedades curables que matan a millones de niños menores de 5 años, negocios que al final son para financiar la guerra, mentiras como las que llevaron a la invasión de IRAQ… MAYOR ZARAGOZA considera que el fortalecimiento de las instituciones internacionales empezando por las Naciones Unidas es, o sería el camino para que toda la humanidad luchase unida contra esta gran plaga que es el cabio climático.

SUSAN GEORGE en una amplia entrevista muestra su pesimismo respecto a Europa a la que considera como K.O. Aunque dice no ser economista da su peor impresión sobe la banca y sobre el sector financiero en general. En su crítica se atreve a pedir que HAY QUE PONER A LA BANCA BAJO TUTELA, prueba de la mayor desconfianza. Al hablar de movimiento revolucionarios lanza un BRAVO hacia el pueblo de Túnez, pero considera que esas brusquedades ya no pueden o no deben darse en Occidente.


ESPERANZA Y RABIA, LOS OTROS CONTINENTES, Y ESTA EUROPA QUE ALGUIEN VE COMO EL PÚGIL DERROTADO EN UN COBATE DE BOXEO. LUCHA DE CLASES ESCAMOTEADA PERO REAL. YA HEMOS ENTRADO EN LA SEGUNDA DÉCADA DEL SIGLO XXI, EL TAN ESPERADO.
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jueves, 10 de febrero de 2011

¡Indignaos!





Stéphane Hessel

¡Por Ignacio Ramonet
• Tiene 93 años. Se llama Stéphane Hessel. Y la historia de su vida es una fabulosa novela. Lo era ya, en cierto modo, antes mismo de que naciera. Algunos quizás recuerden aquella película de François Truffaut, Jules et Jim. Pues bien, la mujer anticonformista interpretada por Jeanne Moreau, y uno de sus dos amantes (1), Jules, judío alemán traductor de Proust, fueron sus padres. En la atmósfera artística del París de los años 1920 y 1930, Stéphane Hessel creció rodeado de los amigos de la casa, entre otros, el filósofo Walter Benjamin, el dadaísta Marcel Duchamp y el escultor Calder...
Al estallar la Segunda Guerra Mundial, se alista en la Resistencia y se suma, en Londres, al equipo del general De Gaulle, quien le confía una peligrosa misión en territorio francés. Detenido por los nazis, es torturado y deportado al campo de exterminio de Buchenwald, de donde trata, una y otra vez, de evadirse. Lo acaban capturando y lo condenan a la horca. A punto de ser ejecutado, consigue usurpar la identidad de un muerto y logra por fin evadirse. Se une a la lucha por la liberación de Francia, inspirado en los principios del Consejo Nacional de la Resistencia que promete una democracia social, la nacionalización de los sectores energéticos, de las compañías de seguros y de la banca, y la creación de la Seguridad Social.

Después de la victoria, De Gaulle lo envía -tiene apenas 28 años- a Nueva York, a la ONU, cuyos fundamentos teóricos se están acicalando entonces. Allí, Hessel participa, en 1948, en la elaboración y redacción de uno de los documentos más trascendentales de los últimos seis decenios: la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Regresa luego a París para integrarse en el gabinete socialista de Pierre Mendès-France, que inicia la descolonización, pone fin a la guerra en Indochina, y prepara la independencia de Túnez y Marruecos.
Los años más recientes, este noble y persistente defensor de las causas justas, diplomático de profesión, los ha consagrado a protestar sin descanso contra el trato dispensado a los "sin papeles", a los gitanos, a todos los inmigrantes...
Y si hoy nos referimos a él, es porque acaba de publicar un librito, más bien un breve panfleto político de 30 páginas, devenido -en la Francia popular sublevada contra la regresión social-, un excepcional éxito editorial y un fenómeno social. Gracias al boca a boca y, sobre todo, a las nuevas redes sociales, el texto, ninguneado al principio por los medios de información dominantes, ha conseguido franquear las censuras y llenar de esperanza miles de corazones. En apenas unas semanas, de este repertorio de las injusticias más indignantes, ya se han vendido (cuesta 3 euros) más de 650.000 ejemplares... Algo jamás visto. Su título: una consigna, ¡Indignaos! (2).
Dice Balzac que el panfleto "es el sarcasmo convertido en bala de cañón". Añade Stéphane Hessel que la indignación es la pólvora de toda explosión social. Dirigiéndose a sus lectores, les recomienda: "Deseo que halléis un motivo de indignación. Eso no tiene precio. Porque cuando algo nos indigna, nos convertimos en militantes, nos sentimos comprometidos y entonces nuestra fuerza es irresistible".
Los motivos de indignación no escasean: "En este mundo, dice Hessel, hay cosas insoportables". En primerísimo lugar: la naturaleza del sistema económico responsable de la actual crisis devastadora. "La dictadura internacional de los mercados internacionales" constituye además, según él, "una amenaza para la paz y la democracia". "Nunca, afirma, el poder del dinero fue tan inmenso, tan insolente y tan egoísta, y nunca los fieles servidores de Don Dinero se situaron tan alto en las máximas esferas del Estado".
En segundo lugar, Hessel denuncia la desigualdad creciente entre los que no tienen casi nada y los que lo poseen todo: "La brecha entre los más pobres y los más ricos jamás ha sido tan profunda; ni tan espoleados el afán de aplastar al prójimo y la avidez por el dinero". A guisa de enmienda sugiere dos propuestas sencillas: "Que el interés general se imponga sobre los intereses particulares; y que el reparto justo de la riqueza creada por los trabajadores tenga prioridad sobre los egoísmos del poder del dinero".
En temas de política internacional, Hessel afirma que su "principal indignación" es el conflicto israelo-palestino. Recomienda que se lea "el informe Richard Goldstone de septiembre de 2009 sobre Gaza (3), en el cual este juez sudafricano, judío, que incluso se declara sionista, acusa al ejército israelí". Relata su visita reciente a Gaza, "prisión a cielo abierto para un millón y medio de palestinos". Una experiencia que lo sobrecoge y solivianta. Aunque no por ello reniega de la no-violencia. Al contrario, reafirma que "el terrorismo es inaceptable", no sólo por razones éticas sino porque, al ser "una expresión de la desesperación", no resulta eficaz para su propia causa pues "no permite obtener los resultados que la esperanza puede eventualmente garantizar".
Hessel convoca el recuerdo de Nelson Mandela y de Martin Luther King. Ellos, dice, nos indican "el camino que debemos aprender a seguir". Porque, para avanzar, sólo existe una conducta: "apoyarnos en nuestros derechos, cuya violación -sea quien sea el autor de ésta-, debe provocar nuestra indignación. ¡No transijamos jamás con nuestros derechos!".
Finalmente, se declara partidario de una "insurrección pacífica". En particular contra los medios masivos de comunicación en manos del poder del dinero, y que "sólo proponen a los ciudadanos el consumo de masas, el desprecio hacia los humildes y hacia la cultura, la amnesia generalizada y una competición a ultranza de todos contra todos".
Stéphane Hessel ha sabido expresar con palabras, lo que tantos ciudadanos golpeados por la crisis y por las medidas de regresión social sienten en el fondo de sí mismos. Ese sentimiento de que les están arrebatando sus derechos, esos anhelos punzantes de desobedecer, esos deseos de gritar hasta perder el aliento, esas ganas en fin de protestar sin saber cómo...
Todos esperan ahora la segunda entrega. Cuyo título, lógicamente, sólo puede ser:¡Sublevaos!


Notas:
(1) El otro era Pierre-Henri Roché, autor de la novela con el mismo título llevada a la pantalla por François Truffaut.
(2) Stéphane Hessel, Indignez-vous!, Indigène éditions, Montpellier, 2010.
(3) NDLR: "Human Rights In Palestine And Other Occupied Arab Territories. Report of the United Nations Fact Finding Mission on the Gaza Conflict", Naciones Unidas, Nueva York, 15 de septiembre de 2009.


LE MONDE DIPLOMATIQUE Numero 184
Febrero 2011.

miércoles, 26 de enero de 2011

No al "sinfronterismo"


Reproducimos aquí el artículo editado por Público el 23 de enero de 2011
Sección dominio público de NICOLE THIBON ,

Cuando no se tienen ideas verdaderas para salir de la crisis actual –económica y de civilización– , se hurga en el pasado con la garantía de caer en los mismos errores. Es así que en toda Europa se constata un resurgimiento del nacionalismo. Primero económico, luego, ideológico.
En Alemania se ha lanzado una campaña nacionalista para liberar a la mayor economía del continente de sus compromisos con Europa. En “Salvemos nuestro dinero”, el ex director de los industriales, Hans-Olaf Henkel, pide una separación de la zona euro, con Europa septentrional (Alemania, Países Bajos y Austria) de un lado y los países meridionales como España, Italia y Francia, del otro. Es la Europa a dos velocidades, preconizada entre otros por Thilo Sarrazin, el líder racista de los socialdemócratas. En Italia, Austria, Dinamarca, Países Bajos y Hungría, partidos políticos de ultraderecha y racistas forman parte ya del Gobierno o juegan un papel mayor en la orientación política general del país. En Francia, Sarkozy ha brillado con sus vastas campañas de expulsión de extranjeros, legales o ilegales.
En su Historia de Europa, Tony Judt recuerda que los fundadores de la Unión Europea eran esencialmente políticos que habían conocido y recordaban perfectamente las carnicerías de las dos guerras mundiales y pensaban que un sistema europeo de Estado del bienestar debía sin dudas conjurar el despertar de la bestia. Después de la II Guerra Mundial, estos hombres salidos de la Resistencia, por lo general socialistas y democristianos, habían decidido ocuparse del bienestar de las vastas masas de ciudadanos del continente y crear condiciones favorables para la economía europea, a la vez que impedir todo regreso al tipo de nacionalismo que había hundido a Europa en la guerra. El Estado-nación parecía haberse descalificado y en su lugar se consolidaba un proyecto de unión en un espacio común, por encima de las naciones y sus rivalidades seculares.
Parece que esos pilares del orden democrático de posguerra se hallan seriamente quebrados y que el interés nacional pasa por delante del interés real de enteras clases sociales. Recordamos como ejemplo gráfico que, en todo el mundo, se crean nuevas fronteras: se han trazado 27.000 km de fronteras físicas desde 1991; otros 10.000 km de muros, barreras y vallas sofisticadas están programados para los años venideros. Y las tensiones se multiplican: entre 2008 y 2010 se contabilizan 26 casos de grandes conflictos fronterizos.
En la Unión Europea, el interrogante sobre la identidad nacional aflora como una enfermedad, tanto en Francia como en numerosos países. El primer ministro húngaro, Viktor Orban, que ostenta la Presidencia semestral de la UE, cuestiona en su país la mayor parte de los principios de la Unión Europea. Nacionalista furioso, reclama nada menos que el sur de Eslovaquia, el oeste de Transilvania, el norte de Serbia y las partes menores de Croacia, Eslovenia y Austria pobladas por magiares. Con Bulgaria, es el país que trata a sus gitanos con el mayor ostracismo. En contradicción con la Carta europea de derechos fundamentales (art. 11), una nueva ley permite sancionar a los medios que publiquen contenidos faltos de “objetividad política”. Si esta ley hubiera sido votada y promulgada hace pocos años, habría impedido el acceso de Hungría a la Unión Europea, pero con 19 países sobre 27 gobernados por conservadores y liberales, Orban tiene poco que temer. Para meter la mano en la caja de pensiones privadas suscrita por tres millones de personas, el Parlamento húngaro ha amordazado la Corte Constitucional, que no podrá, a partir de ahora, ocuparse sino de cuestiones fiscales y de propiedad. ¡Mejor que Berlusconi! “¿Puede un país así dirigir Europa?”, se pregunta el ministro de Asuntos Exteriores de Luxemburgo, Jean Asselborn.
La otra vertiente del nuevo nacionalismo europeo la ilustra paradójicamente Régis Debray en su último libro, Elogio de las fronteras. Este intelectual brillante agita el fantasma de un mundo sin fronteras y sostiene que estas son indispensables para proteger la singularidad de un pueblo. Colador, filtro, capa aislante, en cualquier caso la frontera vendría a ser una protección de la identidad singular de un pueblo. Para Debray, es “la globalización lo que provoca la construcción de muros electrizados y videovigilados contra las amenazas sentidas como neurálgicas por ser inaferrables”. A la vez que “la economía se globaliza, la política se provincializa”. De modo que
–se burla el filósofo– ,“una idea boba encanta a Occidente: la humanidad, que va mal, iría mejor sin fronteras… Es así que todo lo que actúa en la calle –reporteros, médicos, jugadores de fútbol, banqueros, payasos, entrenadores, abogados de negocios o veterinarios– enarbola la etiqueta “sin fronteras”. “¿Qué es el sinfronterismo? Es un ‘economismo’ que ‘disfraza a una multinacional de fraternidad’”. La tesis es lo bastante provocadora como para compararla ya con el nacionalismo del ultra-conservador antisemita Maurice Barrès, por compartir la obsesión de las fronteras; una tesis en la que el musulmán ocupa el lugar del judío, aportando agua al molino de la extrema derecha francesa.
Por cierto, no está de moda citar a Trotski; no obstante, “la tarea está por encima de la fuerza de la burguesía europea, totalmente corroída por sus contradicciones”, escribía este a propósito del proyecto de crear los Estados Unidos de Europa.
Nicole Thibon es periodista
Ilustración de Enric Jardí